Mir eligió la moto al cuerpo de Aldeguer “a 200 y con miedo”
Ambos hablaron de su accidente de Assen, ya recuperados, y Fermín contó que le hizo gracia que Joan le dijera: “¿Cómo estás, niño?“.


Son muchos los que llegan al paddock de Sachsenring con la piel sensible por lo acontecido la semana pasada en Francia en el Mundial JuniorGP, por la pérdida de Borja Gómez, y la verdad es que unos días antes, en Assen, se rozó la tragedia con la caída de Fermín Aldeguer. El novato se cayó a la salida de la curva 11, con Quartararo y Mir a su estela. Fabio se salió por la hierba y Joan tuvo que elegir entre el cuerpo del murciano o su Ducati, ambos arrastrados, a 200 por hora y con miedo, como él mismo reconoce. Felizmente, el instinto del bicampeón le llevó a evitar el atropello de su compañero y ambos se encuentran ahora en condiciones de correr en el GP de Alemania.
“Valió la pena la caída por ahorrarme hablar con los periodistas”, empezó diciendo Mir entre risas antes de explicar lo sucedido. Fue así: “Fue una de esas caídas que dolió, porque rascar un octavo o séptimo después de un fin de semana difícil hubiera estado bien. Fermín se cayó a la salida de la curva 11 y yo me fui un poco por el interior para buscar un punto para adelantar a Fabio y justo se cae Fermín... Fabio se fue por fuera y yo la única opción que tenía era irme por dentro, pero la inercia me mandaba para fuera en ese momento y era irme por fuera, donde estaba Fermín, o irme por dentro, donde estaba su moto. Al final le di a su moto y tuve una caída bastante fea, porque a esa velocidad y en la hierba, donde se clava la moto, pues hizo que fuera bastante fea. ¿Velocidad? No lo he mirado, pero es un punto en el que metes quinta, así que unos 200″.
Sobre lo que el de Honda se hizo: “Me golpeé la cabeza, la clavícula y el brazo (izquierdo), con lo que estaba dolorido. Me hicieron una radiografía y parecía que había una fractura en la clavícula, pero luego me hicieron un TAC y salió negativo, sin fractura. He ido mejorado estos días un montón y ya no me duele prácticamente el hombro. He podido ir en moto. El lunes entrené con la CBR para ver que estaba todo bien, y estoy bien. Se ha quedado todo en un susto”.
Volviendo al momento de la elección entre chocar contra la moto o el piloto, deja claro que “no lo piensas. Fermín se cae, sale hacia fuera, vuelta y a mí natural me sale hacia dentro. Es rápido y natural. Una de dos, o te vas para la izquierda o para la derecha y te dices: ‘O le doy a la moto o no le doy a nada’. Me fui por ese lado y pasé miedo, sí. Te agarras con todo lo que puedes, porque sabes que vas a darle a una moto a 200 por hora". Y una última reflexión del balear en este sentido: “Este deporte es muy ‘heavy’ y por eso todos los pilotos nos merecemos un respeto, porque realmente nos jugamos la vida. Todos merecemos un respeto, no venimos a jugar sino a competir y a arriesgarnos”.
En cuanto a Aldeguer, también empezó vacilando con su espantada ante los periodistas el domingo de Assen, aunque tenía motivos de sobra. “Del mareo me entró la prisa. El golpe fue fuerte. Me di en la cabeza y me costaba andar un poco, porque la rodilla se me inflamó y, como teníamos el avión un poco justos, decidimos irnos y os jodéis”. Aseguró riéndose, para rematar: “Por la prisa me entró el mareo”.
Hablando en serio: “La caída realmente no la hemos podido terminar de entender, porque en la telemetría se ha visto que todo fue prácticamente igual. Estaba saliendo ya del piano y puede ser que algunos pianos no están nivelados con el asfalto y que se me pudiese ir la rueda trasera por eso. Se me fue e hice un ‘highside’ como a 160 y algo. La moto ya estaba prácticamente recta y por eso es difícil de entender lo que pasó”.
Sobre Mir, contó: “Él fue a verme y al día o los dos días le escribí, le pregunté cómo estaba y le di las gracias por haber venido a preguntarme. Cuando estaba en el suelo, me dijo: ‘¿Cómo estás, niño?’. Que me llamara niño en ese momento hizo que me entrara la risa. Estar con todos los mocos cayéndose de la nariz, sin aire, todo reventado y que venga uno y te diga ‘¿Cómo estás, niño?’, pues no veas que risa”.
Respecto a la elección a la hora de chocar contra una moto u otro piloto, él también tiene claro que “lo primero que te sale es esquivar al piloto. Tanto Quartararo como Joan me esquivaron, y menos mal, porque ahí uno no puede hacer nada mientras todavía está arrastrando. A ellos les salió el instinto y alguna vez a mí también me ha pasado. Aparte del riesgo que tenemos nosotros de caernos y hacernos mucho daño, para las desgracias lo peor es que te dé otra moto”. Una anécdota, niño.
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