Quiles sigue los pasos de Márquez
El ‘rookie’ español logra su primera victoria en el Mundial de Moto3 en el mismo circuito en que lo hizo su mentor, Marc, quince años antes.


Tan solo tiene 17 años. Tan solo lleva cinco carreras en el Mundial y ya está dando de qué hablar. La realidad es que ser el protegido de Marc Márquez es algo que ya te da una presión extra y que te pone en el foco del mundo entero, pero Máximo Quiles está respondiendo con fuerza a esas expectativas que se le han impuesto nada más pisar el paddock. Tiene talento de sobra y con unos profesores como los Márquez, le pueden hacer imparable. Y la realidad es que, con tan solo cinco carreras (tuvo que esperar a debutar por no tener la edad mínima), es uno de esos pilotos a tener en cuenta en cada fin de semana. En estas pocas carreras, y con la poca experiencia que eso conlleva, el español ya se ha subido tres veces al podio, siendo esta última su primera victoria en el Mundial. Y por la épica, tan solo seis milésimas por delante de Álvaro Carpe.
Y lo curioso de la vida es que llega justo en el mismo trazado en que su mentor lo hizo hace nada más y nada menos que quince años. Cifra redonda. Hace apenas unos días que Marc Márquez celebraba otro cumpleaños de su primera victoria en el campeonato en 2010, cuando también tenía 17 años y corría en la categoría más pequeña del Mundial que, entonces, se conocía como 125cc. El GP de Italia, en el circuito de Mugello, se convirtió en una fiesta para él, porque suponía el inicio de una carrera deportiva que ya suma ocho mundiales. Camino de un noveno para igualar a Valentino Rossi. Y destino o no, la primera victoria de Máximo Quiles coincide también con la número 93 del piloto oficial de Ducati. La 93 del 93.
Aquella victoria en 2010 también fue bastante ajustada. Marc Márquez ganó a Nico Terol por tan solo 33 milésimas, en una acción que guarda cierta similitud con lo que ha pasado este pasado domingo en Mugello. Y si nos fijamos en la edad, el pupilo adelanta al maestro: Marc tenía 17 años y 109 días cuando consiguió su primera victoria aquel 6 de junio de 2010 y, en el caso de Máximo Quiles, lo logra con 17 años y 95 días. Esto podría ser el inicio de una nueva leyenda del motociclismo español.
👏 & rush to the pit lane to congratulate Quiles 🇮🇹
— MotoGP™🏁 (@MotoGP)
Pero no solo en esta victoria ha emulado a su ‘jefe’. Quiles consiguió su primera pole en la categoría pequeña del Mundial en el GP de Francia hace unas semanas, mismo trazado donde Marc Márquez. Eso sí, el octocampeón lo logró en 2009, con 16 años, aventajando a su pupilo. El mismo que también le copió el gran premio donde conseguir su primer podio. El rookie de Moto3 se subió por primera vez al cajón con un segundo puesto en Gran Bretaña, aunque esta vez no comparten trazado: Márquez lo hizo en Donnignton Park, mientras Quiles se alzó con la medalla de plata en Silverstone. Y ahí también le gana Marc en precocidad: el de Cervera tenía 15 años, era 2008 y disputaba su primera temporada en el Mundial.
Un pupilo obediente
“Es de locos. Me siento supercontento. Es la carrera más difícil que he hecho nunca. Todo el mundo era agresivo y yo también tenía que serlo”, explicaba Quiles a DAZN tras su primera victoria, que le deja como quinto clasificado en el Mundial, a 77 puntos del líder, Jose Antonio Rueda. “He sido más listo. He gestionado muy bien las dos últimas vueltas. En la última curva dije ‘me voy a lanzar’. Es mi curva, se me da bastante bien, pude salir bien y hacer una pequeña ese sin pasarme. Lo tenía claro. He sido positivo y he ganado, así que supercontento", añade el español, que acabó haciendo caso a su mentor.
En Aragón, Marc le pidió que ganara en Mugello para seguir emulando su trayectoria en el Mundial: “He ido pensándolo después de la vuelta. Acabo de hacer todo igual al jefe. La pole en Le Mans, el podio en Inglaterra y la victoria aquí en Mugello. Estaba en un sueño. Si me dicen esto hace años, no me lo creería. He ido mentalizado desde la primera carrera en que podía luchar por ganar y es lo que estoy haciendo”. Y la mentalidad de su superior ya se hace notar en él: “No hay que confiarse, hay que seguir empujando porque esto es muy difícil. Vienen carreras diferentes, así que a seguir empujando. Pies en el suelo siempre”.
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