Opinión Editorial

La presión tan alta como intensa, las ayudas y apoyos constantes, los centrales disfrutando con cada segada, las líneas defensivas tan juntas que los ‘jugones’ del PSG no podían ni atarse las botas...

Manolete era un hombre pegado a un teléfono de mesa, un tipo con una agenda que siempre llevaba consigo, destartalada, una especie de manuscrito de la Edad Media por su aturullada letra.

Fran está dejando claro, con su calidad e intensidad, un mensaje para quien venga: quitarle el puesto en el once titular va a ser muy complicado.

Dos errores atrás le condenaron con todo el partido aún por delante. No fue el Dortmund de Niko Kovac ni el que se imagina uno con Bellingham.

Fue un partido de entrenamiento, una agonía para el equipo de Messi, que solo pudo aguantar cinco minutos de tú a tú.

Los parisinos fueron superiores a un Atlético que acabó hundido, como se han hundido prácticamente todos los rivales que ha afrontado el equipo de Luis Enrique esta temporada.

Hace días que en Barcelona no se encuentra una camiseta oficial del Barça en las tiendas con licencia. Las del número ’19’ están entre ser reliquia y obsoletas...

El francés está acabando en un estado físico bueno y tiene la motivación de conseguir el Pichichi, que no será ningún consuelo para nadie.

Una vez más, el fútbol con sus cosas lógicas e ilógicas, dictó sentencia y el Mallorca se fue del Bernabéu con una derrota cruel.

No sé quien vendrá a dirigir el difícil banquillo del Real Madrid, pero hay que hacer borrón y cuenta nueva. Y cambiar la forma de encarar los partidos...

Durante todo el segundo tiempo, el PSG de Luis Enrique se transformó en el PSG de las debacles europeas.

Lo es por infinidad de razones. Lo es por romper las estadísticas, esos 17 largos años que llevaban sin ganar por la Castellana y porque hacía un año que estos chavales no ganaban a domicilio.

Hay que aprovechar el momento, porque a la Selección le sale todo. En una noche taquicárdica en la que enseñó virtudes y defectos a partes iguales, se marchó a los once metros a jugarse en los penaltis su condición de campeona de la Nations.

Quién te ha visto y quién te ve, United. Dijo días atrás el copropietario Ratcliffe, en una de las entrevistas más controvertidas de la temporada, que el club “se ha descarrilado y, con lo que estamos haciendo, acabaremos estando en el futuro donde están hoy Liverpool o Madrid”.

El entrenador del Real Madrid reflexionó sobre la derrota ante el Betis. Ancelotti distingue entre los jugadores que marcan la diferencia y los que corren, y no hay término medio. Discrepo.

Es difícil encontrar una explicación al rendimiento del Real Madrid en el Villamarín. Había subido el nivel en prácticamente todos los aspectos del juego, pero especialmente el defensivo, en las últimas semanas.

Ahora que todo el mundo aplaude (y con razón) la revolución de Flick, también es el momento de darle lo suyo a Xavi.

Pidió García Pimienta a los suyos que si el Barça marcaba pronto el primero no se fuesen del partido como le sucedió al Valencia.

Venía el utrerano rindiendo a buen nivel como titular en partidos ciertamente afeitados, pero ante el primer gran envite contra un rival de categoría.

La lesión de Rüdiger es tan grave para el Real Madrid como parece. Y lo peor es que se veía venir, estaba cantado porque el alemán lo ha jugado absolutamente todo sin descanso

Fue uno de esos partidos donde el Real Madrid no sale con la determinación adecuada, con la idea de no darle opciones al oponente e imponerse en el juego de manera clara.

Los romanos celebraban por estas que hoy son nuestras fiestas navideñas unas Saturnales en las que se incluía la práctica subversiva de que los amos se ponían por unos días al servicio de los esclavos.

El último día del año 2021, cuando apenas llevaba nueve meses de vuelta en el cargo, Joan Laporta anunció, en una suerte de discurso de Nochevieja para sus socios, el fin de la “degradación” al Barça.

Cuando la mayor parte de los futbolistas de una plantilla están alejados de su mejor nivel el responsable, por elevación, tiene que ser el entrenador. Ancelotti no está cómodo y se le nota.