Inversiones potentes muy cortoplacistas, fichajes exprés, sensación de improvisación. Y falta de calidad. El Mundial de Clubes ha dejado muy pocos partidos para el recuerdo.

PorJuan Jiménez

Más que un torneo deportivo, este ha sido un torneo político. Ha supuesto la prueba definitiva de que en el fútbol no mandan los futbolistas, mandan las organizaciones.

PorAritz Gabilondo

El sopapo que nos llevamos en Nueva Jersey (“una h...”, que diría Courtois), abre un melón que va más allá del catastrófico resultado cosechado ante el ejército vitaminado de Luis Enrique.

PorTomás Roncero

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