Atlético: ni fracaso ni ridículo, sí crueldad
El equipo rojiblanco se repuso al mal inicio del partido frente al PSG y terminó haciendo seis puntos. Los errores arbitrales fueron determinantes.
Aunque entre los ‘admiradores’ del Cholo los más repetido ha sido fracaso y ridículo, para mí lo más destacado de la prematura eliminación del Mundial fue la crueldad con la que se fueron de vacaciones los rojiblancos. Lo digo porque sin ignorar el irreconocible primer tiempo ante el PSG, el equipo se recompuso y terminó haciendo seis puntos, cumpliendo el trámite ante Seattle y realizando un partido serio ante Botafogo. Me parece injusto que en 288 minutos prevalezcan solo 45 para tildar de fracaso y ensañamiento con el Cholo por la eliminación. Entiendo cuando estás en activo no buscar excusas y justificaciones como hizo Griezmann en la rueda de prensa, no tapando el sol con un árbitro, pero ya desde la barrera uno sí puede opinar que los rojiblancos se sientan ninguneados por las cinco jugadas grises que en la que ni una cayó de su lado: los dos penaltis a Giuliano y Julián que se dejaron sin pitar; el peritaje con el VAR como protagonista en el de la ‘Araña’ me parece de lo más surrealista vivido en este torneo. Errores que no están dentro de tus obligaciones que fueron determinantes.
Estos son detalles que no puedes controlar y que no están entre tus responsabilidades; lo que sí está dentro de tus obligaciones fueron las cinco ocasiones de gol clarísimas desaprovechadas en el torneo. A eso hay que sumar la falta de experiencia en no controlar la hemorragia de goles ante el PSG, algo vital en este tipo de torneos. En estas citas no es lo mismo perder por dos goles que por cuatro. Son esos pequeños detalles que te mandan para casa. Ahora el trabajo empieza en los despachos, donde ese pasito que se dio con la llegada del megacrak Julián, hay que consolidarlo con la llegada de refuerzos: banda izquierda, central, pivote, jugón de interior y un sustituto de Correa (desequilibrio) se me hace imprescindible para dar un salto cualitativo. A lo mejor entonces, sí le compro a alguno la palabra fracaso.
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