Botafogo no es siempre el que venció al PSG
Los de Paiva sí concedieron facilidades ante Seattle Sounders. La salida de Artur Jorge tras el histórico doblete de 2024 hizo daño, pero con el nuevo entrenador, que llegó a finales de febrero, el equipo ha recuperado un buen tono colectivo.
La perspectiva de los dos partidos. La frase de Luis Enrique elogiando la manera de defender del Botafogo en el triunfo del conjunto carioca ante el campeón de Europa puede desmoralizar a los hinchas del Atlético, pero hay que contextualizar un poco cuál ha sido el nivel global del equipo brasileño en los últimos meses. Incluso si nos fijamos sólo en el presente torneo, la gran paradoja es que el conjunto de Renato Paiva pareció más vulnerable ante Seattle Sounders que ante el PSG. Ganó los dos partidos, es verdad, pero ante los norteamericanos concedió cinco remates entre los tres palos (23 totales) y contra los franceses sólo dos (16 en general). Si nos vamos a la estadística avanzada, ésta dice que el ganador de la última Copa Libertadores debió encajar 2,20 goles contra Seattle y sólo 0,54 frente al París. Y aunque hay quien piensa que esto de los xG (goles esperados) es un artificio de modernos que no sirve para nada, las sensaciones simplemente viendo ambos partidos coincidieron con lo que indican los ordenadores: los brasileños no parecieron nada sólidos en su estreno ante un rival de la MLS que tuvo ocasiones claras para empatarles el encuentro. ¿Con qué cara nos quedamos entonces? Con las dos. Ni son la mejor defensa del mundo ni va a ser sencillo ganarles por 3-0. Pero hay que jugar y nada está escrito.
Meses convulsos tras el histórico doblete. 2024 fue el mejor año de la historia del Botafogo, con los títulos del Brasileirão y de la Copa Libertadores confirmándose con muy pocos días de separación. La final ante Atlético Mineiro en el máximo torneo sudamericano fue épica, ya que el Fogão se quedó con diez hombres por la expulsión de Gregore en el primer minuto de juego y fue capaz de ganar por 1-3 disputando casi todo el encuentro en inferioridad numérica. Pero la digestión de aquellos éxitos fue difícil, especialmente porque muy pronto se marcharon varias piezas fundamentales. La principal, el entrenador, el portugués Artur Jorge, que aceptó la oferta del Al-Rayyan catarí. También se fueron jugadores ofensivos de gran importancia como Thiago Almada, el exbético Luiz Henrique o el máximo goleador de la Libertadores, Júnior Santos (aunque esta distinción individual puede resultar discutible porque ocho de sus diez tantos los anotó en las rondas previas). El equipo entró en una crisis de resultados profunda que se hizo evidente especialmente en la derrota en la Recopa Sudamericana (equivalente a la Supercopa de Europa) por un global de 0-4 ante el Racing de Avellaneda (resultado incluso corto si tenemos en cuenta todo lo que paró, tanto en la ida como en la vuelta, el buen guardameta John). La llegada del técnico luso Renato Paiva (que estuvo muchos años en las categorías inferiores del Benfica) hizo que el rendimiento colectivo mejorara notablemente y que el Fogão llegara a la pausa por el Mundial de Clubes en la octava posición del Brasileirao a seis puntos del líder Flamengo y clasificado para los octavos de final de la Libertadores 2025.
Igor y las bandas. Más allá de su fortaleza física por dentro, donde el capitán Marlon Freitas es un puntal, el equipo carioca destaca por la profundidad de sus dos laterales, Alex Telles y Vitinho. Igor Jesús es un gran rematador, especialmente en el juego aéreo. El venezolano Savarino y el extremo Artur, que, siendo zurdo, suele jugar a pie cambiado y posee un tren inferior muy poderoso, son los peligros en tres cuartos de campo.
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