Bravo ‘Golzalo’

Bendita Fábrica.- El marcador con gafas (0-0) parecía irrompible por culpa de un muro italiano nacido en Milán hace 27 años. Michele Di Gregorio se puso el disfraz de superhéroe y dibujó una colección interminable de paradones a Bellingham, Güler, Valverde, Vinicius, Tchouameni, Huijsen y todos los que se atrevían a molestar sus dominios. Hasta que apareció Trent por su banda favorita y puso una banana al corazón del área juventina. La temporada pasada, eso hubiese sido un caramelo para los centrales rivales. No habría asustado esa pelota ni a una mosca despistada. Pero ahora tenemos una fiera salida del horno de la Fábrica de Valdebebas, un chaval con cara de pillo, un físico corpulento, el hambre de cinco legiones romanas y un poderío rematador que abruma a las zagas del enemigo que pretenden frenar su bravura. En vano. Gonzalo se elevó al cielo de Miami por encima de las torres bianconeras, se suspendió por unos instantes en el aire y conectó un cabezazo académico, impecable e imperial. Un cabezazo como mandan los cánones que hubiesen aplaudido y firmado Santillana, Zamorano y el propio Cristiano. De su testa salió un cañón que agujereó la estirada del tal Di Gregorio. Un gol explosivo, que encima celebró con una ceremonia muy futbolera. Lo gritó con rabia y pegó un salto con el brazo en alto para mostrar su orgullo por ser capaz de marcar el gol de oro, el gol que mete al Madrid de Xabi en los cuartos del primer Mundial de Clubes de la historia, el gol que le permite luchar por el pichichi del torneo (¡está a sólo uno de los cuatro de Di María, que ya está eliminado!). El Madrid ha encontrado petróleo con este chico. No es un becario inspirado. Es una bendita realidad. Es GOLZALO.

MVP Valverde.- En un Madrid cada vez más armónico, más trabajado y más solidario, el de siempre volvió a lucir su poderío en la sala de máquinas. Fede Valverde estuvo en todas, subió y bajó como un yo-yó, chutó a portería con la voracidad de un delantero y sacó brillo a su brazalete de capitán hasta ganarse el MVP del partido. El charrúa no para de crecer y a su lado está ayudando a Güler a vestirse de Kroos y de Modric. Fede, eres impagable. ¡Uruguayo!

Miami es blanco.- En una ciudad que hace 48 horas vio como Messi, su inquilino futbolístico de estos últimos años, se despedía del Mundial con una goleada estrepitosa, la afición madridista tiñó de blanco las gradas del Hard Rock. Cantaron con orgullo el himno a capella y vibraron con la merecida victoria. En este país son del Madrid. Por encima de todos...

Papá, va por ti.- Este martes, 1 de julio, has cumplido 91 años papá. Ya sé que desde hace tres no estás físicamente con nosotros. Pero te he sentido cada día a mi lado, disfrutando de nuestra 15 tras ese doblete glorioso de Joselu al Bayern y los goles de Carvajal y Vini en Wembley, con esos cinco títulos oficiales conquistados en 2024 de la mano de nuestro admirado Ancelotti, de esa llegada ilusionante de Xabi Alonso, Huijsen y Trent... Desde allá arriba sigues disfrutando con este Madrid al que me enseñaste a amar como si fuese mi segunda piel. Papá, te he visto sonreír tras el triunfo sobre la Juve, esa Vecchia Signora a la que siempre respetaste por su poderosa historia. Me has susurrado que vamos a ganar este primer Mundial de Clubes. Tú viste la primera Copa de Europa en 1956, tras ganar al Stade Reims en París (4-3), y la primera Copa Intercontinental, con ese 5-1 al Peñarol en ese Bernabéu abarrotado con 120.000 almas. Tú eras una de ellas y me dijiste que jamás viste un fútbol más bello y arrebatador. Papá, el Madrid nos va a seguir dando muchas alegrías y las disfrutaremos juntos a nuestra manera. Del Real Madrid... al cielo. ¡Felicidades, papá!

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