Correr es de cobardes
Este Madrid de Xabi tiene que resolver algunos de los problemas que ya tenía la temporada pasada.
Rogelio Sosa, la zurda de caoba, gran futbolista bético, nos dijo que “correr es de cobardes”, para explicar que el balón siempre corre más que el más rápido de los futbolistas. Se cuenta que marcó un gol sin pisar el terreno de juego, saliendo del banquillo, yendo por el lateral a sacar un córner, y marcando uno de los muchos goles olímpicos que consiguió en su carrera. Los bercianos también le quisimos porque jugó un año en la Ponferradina.
Este Real Madrid de Xabi Alonso tiene que resolver algunos de los problemas que ya tenía la temporada pasada. En el Mundial de Clubes, el equipo blanco dio buenas sensaciones, con algunos futbolistas recién llegados que estaban aportando mucho, hasta que se enfrentó a un rival del máximo nivel, en semifinales frente al PSG. Contra el campeón de la Champions se produjeron algunos cambios en el posicionamiento del equipo que empeoraron el juego. Es verdad que los dos primeros goles de los franceses fueron en dos fallos individuales que lastraron al equipo. También es cierto que se echó de menos a Huijsen, pero quedó claro que el Madrid no tenía capacidad de crear ocasiones y que estuvo sometido todo el partido por la agobiante presión del PSG en todo el campo, sin que los blancos presionaran, ni de lejos, como sus rivales, que corrían más y corrían todos. Lo mismo le hizo el Chelsea al PSG. No se debe cambiar lo que funciona. Gonzalo, hasta ese día, había jugado de delantero centro, con un rendimiento óptimo, no solo en su juego, goles y asistencias, sino también por su influencia en el del equipo. Contra los de Luis Enrique fue alineado en la derecha perdiendo mucho él y el equipo. Le acompañaron en el ataque Vinicius y Mbappé, con lo que, en el mejor de los casos, se jugaba con tres centrocampistas, y cuando el planteamiento fue jugar con tres centrales y dos carrileros, un suicidio, con sólo dos futbolistas en el centro del campo.
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Con unos delanteros nada cobardes defendiendo, y estando siempre el interés del equipo por delante del de cualquier futbolista, supongo que veremos, porque no es delictivo, que se sepa, jugar algunos partidos con cuatro centrocampistas, Gonzalo de 9, Mbappé o Vinicius –el que mejor esté– por la izquierda y el otro en el banquillo dispuesto a saltar al campo cuando el equipo lo necesite.
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