Tomás Roncero

El ‘antimadridismo sociológico’ hace su agosto en Mallorca

El colectivo arbitral sigue a la deriva. Munuera Montero fue el mismo que esquilmó al Madrid en El Sadar. La alargada sombra de Negreira sigue vivita y actuando.

El árbitro, Munuera Montero, expulsa a Morlanes, doble amarilla, por derribar a destiempo a Lamine Yamal.
Rafa Babot
Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
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Las cámaras enfocaron la imagen afligida de un niño, con la camiseta del Mallorca, llorando desconsoladamente. No era para menos. En un primer tiempo para la infamia del fútbol vio cómo al equipo de su corazón le habían expulsado a dos jugadores, le habían metido un gol con su capitán Raíllo tirado en el césped tras recibir un balonazo en la cabeza y, además, a Raphinha le perdonaban una roja de catálogo.

Me pregunto qué hubiese sucedido si el rival de los bermellones hubiese sido el Madrid y si el vergonzoso gol de Ferran legitimado por Munuera Montero lo hubiese metido Vini. La escandalera hubiera traspasado fronteras. Pero esto es lo que ha conseguido el antimadridismo sociológico. Cala en la calle. Y más en el colectivo arbitral, que sigue a la deriva. Munuera fue el mismo que esquilmó al Madrid en El Sadar dejando de señalar tres penaltis claros a favor, pitando uno residual de Camavinga y expulsando a Bellingham por escuchar “fuck you” aunque Jude dijese “fuck off” (yo le creo). Por entonces se libró del neverazo el jiennense. Doy por hecho que ahora sí se pasará varias semanas sin pitar... y sin cobrar un solo euro.

Laporta ya preparó el terreno en la víspera del duelo de Palma diciendo a sus peñas que lucharán “contra todo y contra todos”. Solo unas horas después Munuera salió al rescate del ‘acorralado’ presidente azulgrana y le demostró que puede estar tranquilo. El viejo CTA y el nuevo CTA tienen un nexo común. La alargada sombra de Negreira sigue vivita y actuando. Mientras que no llegue el juicio final (digo yo que se celebrará algún día) están sacando a destajo sus últimos réditos.

El Madrid clamó contra el sistema viciado arbitral y ellos responden aliándose al Barça como los mejillones a la roca. No se cortan. Si el Madrid gana esta Liga lo celebraré como una Champions...

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