El Atlético va de épica e imposibles
Quien lo crea imposible es que no conoce al Atlético. Y de lo que es capaz. El equipo del coraje y el corazón en el himno. Creer es su primer verbo.


Quien lo crea imposible es que no conoce al Atlético. Y de lo que es capaz. El equipo del coraje y el corazón en el himno. El equipo de la épica. Creer es el primer verbo de ese vestuario. Levantarse, el segundo. Y ningún disfraz le gusta más al Cholo que el de cordero sobre su piel de lobo. Que es difícil, sí. Complicado, también. Que esos dos goles de más que el equipo encajó ante el PSG pueden condenar, por supuesto, ante un Botafogo al que necesita ganar por tres o más. Pero este equipo ya lo hizo más veces. Dar el golpe cuando nadie creía que serían capaces. La épica va cosida a su historia como el check sobre imposibles a las fibras negras de los trajes de Simeone. Recuerden: este equipo es como un balón, ese trozo de cuero lleno de golpes que siempre corre hacia delante. Su meta es la red, lo complicado y difícil, lo que para otros resulta inalcanzable, y da igual qué se entrometa. Siempre llega. Es su destino. Y por eso emociona como lo hace. Como nadie.
Dijeron que en 2014 no ganarían en Stamford Brigde al Chelsea y lo hicieron. Dijeron que no ganarían al Barça de Messi, Suárez y Neymar y otro tanto. Como el Bayern de Pep. Como en Anfield. Son muchos los partidos así en su historia. Capaz de lo peor, este estreno en el Mundial acogotado por el calor y la falta de contundensia, que le empuja a una final ante el Botafogo para no volver a España ya por San Juan, también lo es de lo mejor. Simeone ya lo hizo otras veces. ¿Por qué está no? Aquí otra oportunidad para mostrárselo al mundo. Desde la L. A. de Loquillo.
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