El mejor piloto con la mejor moto

Hace tres meses, Marc Márquez tuvo un pequeño encuentro en Jerez con un grupo de periodistas españoles desplazados por Lenovo. Su presentación fue la siguiente: “Aquí el mejor piloto, con la mejor moto y la mejor tecnología”. Marc lo dijo entre risas, medio en broma, pero no cabe duda de que en el fondo pensaba lo que afirmaba. Y si no lo pensaba él, que seguro que sí, lo pensamos todos los asistentes. Hoy, con más razón que nunca. En su primera temporada a los lomos de la Ducati oficial, la moto dominante, Márquez lidera un Mundial de ensueño: ha ganado 19 de las 24 carreras disputadas, 11 de 12 en la esprint, 8 de 12 en la dominical, ocho dobletes en grandes premios con los últimos cinco consecutivos… Da igual que los circuitos sean favorables, como fue el caso de Sachsenring, o desfavorables, como ocurrió en Qatar y en Mugello. Este Márquez de 2025 lo gana todo.

Después de sumar otras dos victorias en Brno, el catalán llega al parón del verano con 120 puntos de ventaja sobre su hermano Álex Márquez y 168 sobre su compañero de equipo Pecco Bagnaia. La brecha respecto al italiano confirma la ecuación: con la misma moto, la diferencia la marca el piloto. Su autoridad es tan rotunda, que la única especulación que flota actualmente sobre el paddock de MotoGP es calcular cuándo puede alcanzar su noveno título mundial, que sería el séptimo en la máxima categoría. El morbo apunta a Misano, el 14 de septiembre, por aquello de ser la casa de Valentino Rossi. El español quizá se relame con la situación, pero prefiere seguir centrado en mantener su rodillo. Sus dos mayores tropiezos de este año, en Estados Unidos y España, fueron por errores no forzados. “Este Mundial solo lo puedo perder yo”, reconoce Marc. Y no quiere confianzas.

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