El Tour arranca en el Dauphiné

Vale, lo reconozco, igual ese título ya lo hemos puesto en otras ocasiones. O uno muy parecido. Pero qué vamos a hacer, si cuando miras la participación del Critérium del Dauphiné aparecen relucientes Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel. Justo el podio del año pasado en el Tour de Francia. Y justo los tres ciclistas que están llamados a rivalizar dentro de un mes en la madre de todas las batallas. Todo queda en Francia. El Tour empieza en el Dauphiné, sí. Siempre es así. Pero en esta temporada es todavía más especial. Porque están los tres bichos. Con todo el morbo que eso supone. Y con la expectativa de que podamos ver una gran carrera, un mini-Tour. Hay muchas ganas de que así sea, después de que el Giro de Italia haya dejado un rico regusto de gran espectáculo. Que continúe el buen ciclismo.

El resultado final del Dauphiné no siempre se replica en la Grande Boucle. Por ejemplo, el año pasado ganó Primoz Roglic, que luego abandonó en el Tour por una caída. Pero sí suele haber cierta correspondencia en sus clasificaciones finales. Si nos vamos a 2024, cinco de los ciclistas que acabaron en el top-10 en el Dauphiné repitieron luego en el Tour. Exactamente igual que en 2023, aunque entonces incluso coincidió el mismo campeón, Vingegaard. Ya ven… Esta carrera es el escenario ideal para un ensayo general. Por el recorrido, que a veces concuerda en algún tramo o en alguna subida. Por la participación, que exige el rendimiento máximo. Y, sobre todo, por su ubicación en el calendario, que permite exprimir el físico con un espacio suficiente para la recuperación. El Tour empieza en el Dauphiné, no tengan duda. Pero el Dauphiné también es una carrera con su propia personalidad. Un espectáculo en sí mismo.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de . ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic