Hartos de los árbitros

No hay solución.- Antes de comer, me fui hoy a tomar el aperitivo con mi santa madre, en mi casa entrañable del barrio de Carabanchel. Allí creció mi pasión por el fútbol y mi padre y yo sólo hablábamos de los jugadores. Los árbitros eran un elemento residual y secundario. El espectáculo era el que dominaba sobre el esperpento. Mi madre me aconsejó que tenga esta temporada más paciencia con el estamento arbitral ya que han cambiado la cúpula del CTA. Pues ya la he llamado tras el sainete del Madrid-Mallorca para decirle que se olvide. Que estamos peor todavía. Que la falta de conocimiento del Reglamento y la necedad se han convertido en la normal habitual de actuación de unos profesionales que se empeñan en poner al Bernabéu de los nervios. Sánchez Martínez ya pasó por alto tres penaltis claros hace dos años en un derbi jugado en este estadio (hechos a Lucas Vázquez y dos a Bellingham) y por eso me temía lo peor. Y más con Pulido Santana en el VAR, otro ‘enemigo íntimo’ del Madrid. Este se tiró siete minutos de reloj (¡qué fuerte!) para justificar la anulación del golazo de Mbappé, que estaba en línea. Si te tiras siete minutos para encontrar el frame es que sabes que te has equivocado y luego ponen los muñequitos para decir que era orsay por el pelo de una gamba. Y fue peor con el 3-1 de Güler, que abría paso hasta a una posible goleada. El Reglamento dice que si toca en la mano tiene que haber inmediatez para anularlo. No fue el caso. Rechazó Leo Román y era segunda jugada. La pareja se tiró varios minutos divagando sobre el IBEX, cómo les ha ido las vacaciones o cuál ha sido el último estreno cinematográfico que han visto. Del Reglamento no debieron hablar porque no se lo saben o se les olvidó... Anularon el gol y nuevo berrinche de los 72.000 aficionados que desde la grada no daban crédito. La gente paga un pastizal para que no le tomen el pelo...

Enorme el ferrolano.- Álvaro Carreras firmó un partidazo, que acompañó la buena nota de Vinicius (golazo propio de sus buenos tiempos), Güler (decisivo otra vez), Trent (enorme su pase a Kylian en el gol injustamente anulado) y Mbappé, al que invalidaron dos goles que frenaron esa racha que acumulaba de forma imperial. Pero la jugada clave fue la del canterano gallego, dado que sacó de forma magistral un tiro de Samu Costa que entraba ya en la guarida de Courtois. Eso era el 2-2 y refleja lo bien que ha entrado el chaval en el equipo. Aquí nadie baja la guardia. Nueve de nueve...

Feliz 31 de agosto.- Cuando estén ustedes leyendo estas líneas ya será 31 de agosto (normal con lo tarde que se juega), una fecha especial para los madridistas enamorados de los jugadores diferenciales. Ese día, a última hora de la tarde, se cerró casi en la foto finish el fichaje de Ronaldo Nazario (el carioca llegó desde el Inter a cambio de 45 millones de euros). El tercer galáctico de Florentino Pérez (tras Figo y Zidane), un delantero descomunal al que sólo sus graves lesiones del tendón rotuliano le alejaron de ser el mejor de todos los tiempos. Nos dejó 104 goles, muchas sonrisas y alguna diana regateando al portero con la cintura y sin tocar siquiera el balón. Genio y figura.

Va por ellos.- La afición sigue siendo el gran patrimonio de este club. Da igual que sea agosto y que la mitad de la ciudad esté en la playa. Otro lleno en el santuario de la Castellana y muchas ganas de tocar metal tras un año complicado, con mi amigo Capri, de Hellín, ya repuesto y con toda la energía del mundo. Y va este liderato provisional (¡forza Rayito!) por mi amigo Pepe Carabantes Medina, jerezano afincado en Roses (Girona) que a los 69 años nos ha dejado prematuramente para siempre. Su corazón blanco seguirá animando desde allá arriba. Su Madrid durmió líder.

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