Interminable Djokovic

La segunda jornada de cuartos deparó el duelo deseado para las semifinales de Wimbledon 2025: Jannik Sinner contra Novak Djokovic. El número uno del tenis actual contra el número uno de la historia del tenis. Un partido especial. Una batalla de generaciones. Tiene mérito que el serbio todavía resista en la élite a sus 38 años. El Big Three ha sido tan exitoso como longevo. Djokovic no gana un Grand Slam desde el US Open 2023, pero tiene mucho mérito que, dos temporadas después, haya sido capaz de alcanzar las semifinales en los tres grandes que ha disputado este curso. En el Open de Australia se retiró ante Alexander Zverev. Y en Roland Garros sucumbió ante su mismo rival de este viernes, Sinner.

El antecedente sonríe al pelirrojo, pero en el All England Club se escribe un capítulo nuevo. El italiano se salvó milagrosamente el lunes ante Grigor Dimitrov, y seguro que Nole habrá tomado buena nota. También está, teóricamente, tocado de un codo, pero la lesión no apareció por ninguna parte en su enfrentamiento contra Ben Shelton. El Sinner-Djokovic es un partido que apetece mucho ver, porque opone a dos momentos de la historia del tenis. Y del deporte mundial. Si consultamos el cara a cara entre ambos, favorable al italiano por 5-4, vemos que las tres primeras victorias, entre 2021 y 2023, fueron para Novak, y las cuatro últimas, desde entonces hasta hoy, para Jannik. Sus duelos marcan el cambio de ciclo.

El vencedor se enfrentará en la final a Carlos Alcaraz o Taylor Fritz. El estadounidense debe sentirse un extraño entre tanto fenómeno. Alcaraz es la otra cara de la generación actual, doble campeón en Wimbledon, ambas frente al incombustible Djokovic. Otro pulso de generaciones. ¿Habrá un tercer choque? El viernes lo sabremos.

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