Jugando con lobos
Vaya sopapo. El PSG parecía Topuria y el Madrid Oliveira. Guardia baja con dos goles regalados y un fútbol de otra dimensión...


Golpazo de realidad.- Vaya sopapo. El PSG parecía Topuria y el Madrid, Oliveira. Guardia baja con dos goles regalados y un fútbol de otra dimensión. Hubo brotes verdes hasta llegar a esta semifinal, con un Gonzalo estelar en ataque, un Güler ilusionante en la sala de máquinas, un Valverde en su línea incombustible, un Courtois en plan muro belga y un Huijsen imperial en la salida de balón. Y el sello de Xabi Alonso ensayando un amago de presión alta que nos hizo ver un espejismo. Pero fue llegar el vigente campeón de Europa y sufrir un batacazo de dimensiones mundiales y dolorosas. Más de 70.000 madridistas en el MetLife Stadium y millones y millones repartidos por los cinco continentes asistieron anonadados al repaso que nos dio la engrasada máquina de Luis Enrique. Y todo empieza por la actitud. Dembélé muerde arriba como si no hubiera mañana, mientras que en el Barça era un poste de la luz. Que pongan el vídeo a Vinicius y a Mbappé para que aprendan cuál es el camino. Al fútbol de elite se juega hoy día mordiendo en la presión arriba, por mucha calidad que tengas. El PSG parecía una manada de lobos hambrientos mientras que la dupla de ataque del campeón de Europa de 2022 y 2024 miraba de forma contemplativa cómo avanzaban los franceses sin oposición casi hasta el área de Courtois. Así es imposible. Esto se ha convertido en un deporte colectivo donde todos deben sumar por igual. Ya sé que Asencio y Rüdiger regalaron dos goles, pero no olvidemos que ahí estaba Dembélé mordiendo en la presión para aprovechar esos obsequios infantiles...
Modric, eterno.- Lo que más duele es que el Madrid asumiera esa inferioridad manifiesta en el día en el que nuestro Luka Modric (al igual que Lucas Vázquez) dibujaba su último lienzo de blanco. El croata merecía haberse ido levantando el trofeo de campeón para poner el broche de oro a una carrera intachable e impagable. Pero el bebé venía de nalgas y el PSG jugó en una dimensión en la que los hombres de Xabi no pudieron plantearse siquiera un amago de remontada. Eso sí, daba envidia ver esa medular con Vitinha, Fabián (sí, el de Los Palacios) y Neves comandando la nave parisina con una autoridad insultante. Toca mirar al mercado y fichar. Sin Kroos y Modric el Madrid necesita un volante de tronío. Aunque cueste más de 100 ‘kilos’. Sugiero dos candidatos con acento argentino: Enzo Fernández y Mac Allister.
El legado de Zidane.- El 9 de julio no es un día cualquiera. En una fecha como hoy de 2001, un tal Zinedine Zidane era presentado como flamante jugador del Real Madrid en el extinto Pabellón de Hielo de la vieja Ciudad Deportiva. Recuerdo que cuando mostró su nueva camiseta, junto a Florentino Pérez y Di Stéfano, con el ‘5’ a la espalda, todos nos congratulamos al asumir que el marsellés iba a hacer historia con ese número que en su día lucieron Pepe Santamaría, Zoco, Goyo Benito o Manolo Sanchís. Ahora lo lleva un inglés. Bellingham. Jude. Un tipo especial. Un jugador con carisma. Empático. Madridista. Y ahora le perderemos cuatro meses por su operación de hombro. Crecen los problemas.
Ánimo, Xabi.- Con todo, no ganamos nada con quedarnos con la tierra quemada que deja este 4-0. Han vuelto Carvajal y Militao (el brasileño estuvo espléndido) y tras dos fichajes más hay que dejar que Xabi trabaje para dar forma a su idea. El tolosarra tiene tarea...
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