‘Killer’ Mbappé
El año 2001. Cuando el entrañable y querido Real Oviedo bajó a Segunda en 2001, el Madrid estaba celebrando su primera Liga con Luis Figo al frente y ya maceraba Florentino el fichaje galáctico de Zinedine Zidane. Mi hijo Marcos ni siquiera había nacido y no podía saber que un año antes ese Oviedo había enviado al Atleti a Segunda, en un partido en el viejo Tartiere en el que Esteban le paró un penalti decisivo a Hasselbaink. Y, milagro... ¡el Cholo no entrenaba todavía al Atleti! Descenso sonado. En ese 2001 vivimos la convulsión del atentado de las Torres Gemelas, que cambió nuestras vidas para siempre. Pero no todo fue negativo. Lo bueno es que todavía no estábamos interconectados full time a los móviles, lo que permitía todavía crecer social, profesional y personalmente con el face to face. El Oviedo era uno de los segundos equipos de los madridistas. Siempre lo fue. Y creíamos que regresaría pronto a su sitio natural: la elite de Primera. Pero todo se torció y ni siquiera el nuevo y lujoso Tartiere favoreció la Operación Retorno. En 2012 la cosa se puso tan fea que el Madrid dio la cara con hechos. 100.000 euros que aliviaron e incentivaron la ampliación de capital necesaria para evitar la desaparición. Por eso, los madridistas festejamos hace dos meses el ansiado ascenso, coreamos el himno de Melendi y aplaudimos el homenaje merecido a Santi Cazorla, ese Modric azulón que ha honrado el talento sin fecha de caducidad a los 40 años. Oviedo, ojalá te quedes muchos años en la planta noble del fútbol...
Allez Kylian. No lo duden. Si las lesiones le respetan, estamos ante el gran año del crack parisino. Mbappé se ha puesto la capa de líder indiscutible del proyecto de Xabi Alonso y la mejor manera de demostrarlo es facturar. Y lo hizo en Oviedo en su mejor versión. Dos goles magníficos en su ejecución, sobre todo el primero con un control orientado espléndido y un remate raso imparable para Aarón Escandell, un portero excelente. De hecho, una volada del valenciano evitó el hat-trick de Kylian. Apuesto a que pasará de 40 en esta Liga y de 60 en total. Es ‘Killer’ Mbappé.
Rodrygo & Vinicius. La bomba la soltó Xabi antes del partido dando la titularidad a Rodrygo y dejando en el banquillo a Vini. Conmoción en las redes sociales, pero no en el staff del tolosarra, que normaliza estas decisiones pensando en el bien del equipo. Rodry respondió jugando muy bien en su perfil verdadero, el izquierdo, y Vinicius sacó esa rabia de la estrella que se ve fuera en la tablilla del once titular para salir después en plan demoledor y reivindicativo. Asistencia y gol. Determinante. Su reacción a la grada le sobró, pero no olvidemos que una parte le insultó y que un energúmeno le tiró una botella de agua. El respeto tiene que ser de ida y vuelta...
El capitán. Carvajal se estaba comiendo a Trent en los entrenamientos y hoy se hizo justicia. Por fin vimos de nuevo titular a Dani, con ese brazalete de capitán que luce como nadie. Es un jabato y nadie puede imaginar que ha estado fuera un curso entero. Carva es el corazón de este equipo y el motor del vestuario. Imprescindible. Y ojo a Franco Mastantuono, notable en su primera titularidad. El argentino va a ser la caña.
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Increíble la afición. Desde que llegó el Madrid a Oviedo sintió el calor y el cariño de la afición asturiana, que antepone lógicamente a su equipo pero que tiene una simpatía mayoritaria por el dueño de 15 Copas de Europa. Y rindo pleitesía a los carbayones de corazón, como mi compañero Pedro Zuazua Gil, que siempre estuvo al lado de su Oviedo incluso en los peores momentos. El fútbol es un sentimiento innegociable. En las duras y en las maduras...
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