La insospechada resurrección del Salzburgo
El conjunto de Thomas Letsch, que lleva dos temporadas seguidas perdiendo la liga de su país ante el Sturm Graz, sorprendió por su buen nivel ante Pachuca y Al Hilal


Un año complicado. El Salzburgo quiso hacer una revolución tras ver cómo el Sturm Graz le quitaba la liga 23-24, la primera que se le escapaba tras diez temporadas consecutivas conquistando el torneo de la regularidad en Austria. Para ello firmó como entrenador a Pepijn Lijnders, famoso por su rol como asistente de Jürgen Klopp en el Liverpool. No funcionó: en diciembre fue destituido después de encajar resultados muy duros en la Champions League y de arrastrar un déficit de diez puntos en la liga nacional. Lijnders, por cierto, acaba de llegar ahora al Manchester City para convertirse en ayudante de Pep Guardiola reemplazando a Juanma Lillo. Cuando él fue despedido del Salzburgo, el club apostó por un viejo conocido como Thomas Letsch, que había dirigido al filial entre 2015 y 2017 y cuya última experiencia antes de volver a la entidad había sido en la Bundesliga con el Bochum. El nuevo técnico logró salvar la temporada con un buen tramo final en el que al menos amarró la segunda posición, clasificándose así para las previas de la Champions, aunque no pudo evitar que el Sturm Graz revalidara el título. Sin embargo, la valoración general de la campaña 24-25 fue muy negativa, por lo que la expectativa en este Mundial de Clubes era baja.
Fichajes para competir en Estados Unidos. Para romper esa negatividad y reforzar la plantilla con talento extra, el club acudió al mercado antes de partir hacia Norteamérica. Ya lo había hecho en invierno contratando a dos atacantes como Onisiwo y Vertessen, que procedían de una liga más fuerte como la alemana. Ahora se concentró en fortalecer la línea defensiva, que sin duda era el gran punto débil. Tres de los cuatro zagueros que salieron en los onces titulares ante el Pachuca y el Al Hilal han llegado a última hora para el Mundial de Clubes. En los laterales, dos perfiles muy diferentes: en la derecha, el muy completo Stefan Lainer ha vuelto al club tras seis temporadas en el Borussia Mönchengladbach; en la izquierda, el más técnico y ofensivo Frans Krätzig ha firmado procedente del Bayern Múnich tras haber jugado cedido los últimos meses en el Heidenheim. El central danés Jacob Rasmussen, ex del Brondby y del Feyenoord, aporta experiencia para complementar una pareja en el eje en la que el joven y prometedor Joane Gadou, por el que el club pagó al PSG hace un año diez millones de euros aún siendo menor de edad, es el más llamativo por su exuberancia física. El cuarto fichaje fue el del centrocampista japonés Sota Kitano, que entró en el segundo tiempo ante el conjunto saudí debutando de esta manera con el Salzburgo: es un jugador dinámico, agresivo, con buenas intenciones con el balón.
Bidstrup sigue siendo el cerebro. El partido disputado en el Bernabéu durante la Champions League 24-25 y que acabó con triunfo del Real Madrid por 5-1 no puede servir demasiado como referencia ya que es probable que en el once de hoy de los austríacos haya hasta ocho cambios con respecto al que salió aquel día. Los tres que seguramente se mantengan son los que, más allá de un Amar Dedic que en febrero se marchó al Marsella y de los ausentes en el Mundial de Clubes Aleksa Terzic y Nicolás Capaldo, dieron la sensación de ser los mejores del equipo: el israelí Oscar Gloukh, que marcó un golazo ante el Pachuca; el maliense Dorgeles Nene, que parte desde el extremo opuesto, y un Mads Bidstrup que es el jugador de mayor nivel en el centro del campo. Ese día en Chamartín marcó un muy buen tanto y recibió grandes elogios por su manejo de balón.
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