Leo Román no se merecía perder
Una vez más, el fútbol con sus cosas lógicas e ilógicas, dictó sentencia y el Mallorca se fue del Bernabéu con una derrota cruel.
Los bermellones estuvieron ganando durante casi una hora. Tuvieron el empate hasta el 94’ y en ese minuto llegó el gol del triunfo blanco, o el gol de la derrota balear, como prefieran.
Pero si hubo alguien sobre el terreno de juego que no mereció perder fue el portero mallorquinista Leo Román.
La actuación del ibicenco fue descomunal. Mbappé, Güler, Valverde, Bellingham y Endrick, soñarán con él y solo el francés en el gol del empate y Jacobo en el remate final, y nunca mejor dicho, superaron a un portero que en Montjuïc batió el récord de paradas de la temporada contra el Barça y que ayer volvió a dar una lección, eso sí, sin premio. En ambos casos acabó perdiendo por la mínima.
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Su reivindicación en los micrófonos se sustenta con lo que hace en el campo.
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