Los jóvenes se hacen sentir
Los madridistas, con tres grandes actuaciones de Gonzalo, Arda Güler y Huijsen, superan al Pachuca. La nota negativa fue Raúl Asencio.

Se torció de nuevo el partido del Madrid, esta vez en Charlotte, bajo un solazo de impresión y un campo como una carretera. Son las constantes del Mundial de Clubes, preparado con urgencia en los últimos meses. No hace un año, la idea de Infantino no atraía a nadie, pero llegó el aluvión de dinero saudí y ningún club se resistió al proyecto, que encuentra al Real Madrid en el comienzo de su proyecto particular. Mitad pretemporada, mitad voluntad de ganar la competición, así están las cosas para Xabi Alonso y el equipo, que sufrió de nuevo un temprano error de Asencio y se abocó a la clase de partido que detestan los entrenadores.
Se desbarató el plan con la expulsión del central, empeñado en equivocarse después de pasar con nota toda la temporada. Un penalti aquí, una expulsión allá, Asencio está distraído. El Madrid resolvió el problema con una victoria de mérito. Jugó todo el partido con uno menos, pero a la hora de la verdad marcó grandes diferencias donde contaba. Fue contundente. Le bastaron unas pocas apariciones por el área del Pachuca para marcar tres goles y llevarse la victoria. La salva rematadora del equipo mexicano sólo le sirvió para constatar que Courtois es un portero de otro planeta.
Los goles del Madrid tuvieron un trazo exquisito. Jugadas limpias, perfectamente delineadas, sin respuesta defensiva, culminadas por tres centrocampistas: Bellingham, Guler y Valverde. En dos de ellas, participó Gonzalo con ingenio y claridad. En un equipo repleto de atacantes -el joven Mastantuono se incorporará en agosto y Endrick regresará pronto-, una de las lupas del verano se fijará en Gonzalo. Parece que Xabi Alonso aprecia sus cualidades. Es el tipo de delantero que falta en la plantilla: potente, cabeceador y un acreditado apetito como goleador. Por lo demás, ha hecho la mili como extremo en el Castilla.
Gonzalo aprovecha los minutos. Marcó un gol de delantero de toda la vida en el primer partido. Contra el Pachuca, Alonso le destinó a la banda después de la expulsión de Asencio. En cuestión de compromiso defensivo, Gonzalo le resolvía el problema que Vinicius no soluciona desde hace mucho tiempo. Está en la fase de las superestrellas que se toman a chiste el capítulo defensivo.
Todo indica que Xabi Alonso también detecta un buen horizonte para Arda Güler. El joven turco ha abandonado el rictus melancólico que le caracterizaba y se siente titular de verdad. ¿Dónde? Comenzó el partido en una posición más interior que Valverde y fue otro de los afectados por la expulsión de Asencio. Valverde se trasladó al centro y Güler se instaló en una posición exterior. En su caso es una posición bastante ficticia: desde la derecha tira unas diagonales que confunden a las defensas rivales. Tiene un gran tempo para sorprender en el área y es un rematador de gran calidad.
A Güler le sobra clase, pero hasta ahora le ha faltado regularidad, consistencia y un físico adecuado para cumplir las exigentes obligaciones de los centrocampistas puros. No se ha completado todavía como atleta, pero su transformación física salta a la vista. A Huijsen le ocurre algo parecido. Es un proyecto extraordinario de futbolista. No le pesa un gramo la camiseta del Madrid. Con el balón en los pies ofrece respuestas muy difíciles de encontrar en el panorama actual. Sin la pelota ofrece algunas dudas por ahora. Todavía no está construido como defensa, aunque las perspectivas son inmejorables. Necesita partidos exigentes. Xabi Alonso se los concederá porque apunta a titular, más aún en una línea de tres centrales, tan frecuente en la etapa del técnico guipuzcoano en el Bayer Leverkusen y apenas vista en los dos primeros partidos en el Mundial de Clubes.
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