Mucho honor para una leyenda como Thiago Silva

De Thiago Silva se han dicho muchas tonterías en los últimos quince años. Casi como de cualquier gran jugador que no tenga un palmarés impoluto. Que si se borra en momentos importantes, que si cualquier día se le va a caer el larguero en la cabeza, que si es un loser... muchas opiniones que hoy en día tienen difícil tapar que Thiago Silva es una leyenda del fútbol y merece todo el respeto del mundo. La Champions que ganó en 2021 con el Chelsea puso algo de justicia a una carrera que incluso sin esa golosina, hubiese sido para enmarcar.

Que no esté lejos de ser el mejor central del Mundial de Clubes solo pone en valor la grandeza de una figura como la suya. A dos meses de cumplir 41 años, las imágenes de él dando instrucciones desde el banquillo o su arenga en el vestuario antes de jugar contra el Inter que se ha hecho viral (“No dejen para más tarde lo que pueden hacer ahora”, en relación a la pérdida de su padrastro en 2014) emocionan. Pero más lo hacen los 8 balones aéreos ganados contra el Dortmund o los 9 despejes frente a Ulsan HD. La forma de liderar una línea de cinco que a veces son ocho con los mediocentros. Hacer de bueno a buenísimo a Ignácio como ya hizo de buenísimo a estrella a Marquinhos. Ser el alma de un club gigante como Fluminense, sea semifinalista o no.

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