Partido trampa entre la ilusionante Copa del Rey
Simeone hizo rotaciones y el encuentro lo decidió Morata al aprovechar un caramelito de Griezmann. Cumplieron los rojiblancos ante un equipo que arriba tiene recursos para complicarte la vida.
Partido de los llamados trampa el que ganó el Atlético en Granada, en medio del desgaste físico y mental por el partido de Copa del pasado jueves ante el Real Madrid. Y en el horizonte el Importantísimo del jueves ante el Sevilla. Para ello el Cholo le dio descanso a dos de sus motores en el centro del campo, Koke y De Paul. Y lo notaron los rojiblancos, sobre todo en la primera media hora; a partir de ahí, el equipo empezó a tener el control y apareció la figura de Griezmann, como diría Mendilibar, aparcando en banda derecha y meter un caramelito al 9 de España, que una vez más, y ya van muchas, no perdonase ante la portería contraria.
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Repartió minutos el técnico argentino, dando entrada en el descanso a Lino y De Paul, ambos le dieron fútbol, vértigo y energía al Atlético. Sólo la mala toma de decisiones (Correita anda aturullado) y algún centímetro en las numerosas contras, dejó vivo a un Granada que con múltiples pelotazos complicó la victoria de los de Simeone. Cumplieron los rojiblancos ante un equipo que tiene recursos arriba para complicarte, y sobre todo, entre medias de una Copa del Rey, que es el camino más corto para campeonar este año.
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