Una prueba diaria para Pogacar

Tuvimos una buena etapa gracias al Alpecin y a Van der Poel, culpables de que viéramos un gran espectáculo. No lo esperaba, porque el holandés podría buscar mañana la fuga, que tiene visos de poder llegar si se forma un grupo de 15 corredores. Me sorprendió. Hacer una locura de esas para un premio de la combatividad de su compañero Rickaert fue curioso. Eso sí, lo agradecemos. Hacer una exhibición de ese calibre, Van der Poel y poco más. Fue la segunda etapa más rápida del Tour. Lo dice todo. En un abanico, lo más importante es pasar, y ahí Vingegaard gastó menos que yendo atrás. Visma busca el desgaste diario, confiando en que Vingegaard es más fondista que Pogacar. Tienen tiempo perdido desde la crono y quieren poner a prueba a Pogacar cada día. Tenerle en tensión continuamente.

Este desgaste se notará mañana, con un recorrido de siete puertos. Veremos si se van delante alguno de los hermanos Yates. Quizás sea la etapa más dura de lo que llevamos de Tour, con 4.500 metros de desnivel. Pasarán cosas, quizás no entre los grandes favoritos, pero sí con alguno que no esperamos. Sería un buen día para Enric Mas o Carlos Rodríguez, pero pensarán en la llegada de la montaña. El Visma intentará poner en aprietos al UAE, y más después de la pérdida de Almeida.

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