Underground pepinero… ¡y viva Serbia!
Marko Dmitrovic y Matija Nastasic sostuvieron un triunfo lleno de épica del Leganés ante el líder. Una locura con mucho acento serbio


La segunda iglesia más importante de Belgrado tiene nombre de héroe pepinero. Se llama Sveti Marko (San Marko). Y aunque Dmitrovic nació junto a la frontera de Hungría, en la culta y bella Subotica (busquen ‘Gradska Kuca’ en Google, fliparán), su paso por el glorioso Estrella Roja en la capital serbia seguramente contagió a este guardameta las virtudes beatíficas del templo. En Butarque ya lo santifican. Sus paradas se cantan exhalando un rosario de ‘amenes’ que incluso imbuyen de milagrosidad a los palos.
Contra el Atlético, Marko lo paró todo. Y lo que no contuvo, lo frenó la madera… o su mirada, como en el penalti de Griezmann. Pilar pétreo sobre el que construyó el Lega su santuario de fe antes de que Nastasic, otro serbio, éste de Valjevo (ciudad valiente y guerrera) cabeceara el gol de un nuevo triunfo ante otro líder. Como en Barcelona. Una locura que ni en las películas de Kusturica. Underground a lo pepinero… ¡y viva Serbia!
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