Vivos en Navidad

Carletto El Sabio ha reconocido haber pasado unas malas semanas viendo lo mal que jugaba su equipo. Estaba tenso, con la ceja disparada, barruntando las críticas y ramoneando las repuestas en la sala de prensa. Ante el abismo que se le presentaba, después de perder el tercer partido de Champions y con la gente cabizbaja, lanzó una sentencia a los cuatro vientos: “Si llegamos vivos a Navidad, las cosas van a salir bien”. Sin haber solucionado todos los problemas, el italiano ha timoneado la nave y ha conseguido evitar la zozobra. Van a llegar vivos a las fiestas y se irán de vacaciones optando a todos los títulos y con la golosina de la Copa Intercontinental en el cuerpo.

La mejoría en el juego todavía no es total, ni mucho menos, y se circunscribe principalmente al ataque, donde se han aclarado los papeles de Mbappé y Bellingham, sobre todo el del inglés, y han aparecido brotes verdes en la forma de Rodrygo. Vinicius sigue tan efectivo y cargante como siempre. Pero atrás sigue habiendo demasiadas lagunas, que pueden condenarte cuando te enfrentes a equipos con verdadero potencial ofensivo.

El mes de enero, en el que el Real Madrid puede llegar a jugar nueve partidos en 26 días, dará la verdadera medida del avance del equipo, porque no habrá tiempo apenas para el descanso y Carletto estará obligado a meter rotaciones. Será fundamental que los de arriba sigan finos y mantengan su racha goleadora, y que defensivamente haya una mejora sustancial que evite el tiroteo sobre la portería de Courtois. Mientras tanto, la Navidad será feliz para el Madrid, y espero que también para los lectores de AS.