Xabi Alonso afina y Arnold desconcierta
Poco a poco, Xabi va afinando las piezas del equipo en la escalada por conquistar la Copa del Mundo de Clubes. Cada partido deja detalles de su liderazgo.


Xabi Alonso afina las piezas del equipo en la escalada por la Copa del Mundo de Clubes. Cada partido deja detalles de las preocupaciones y los intereses del nuevo técnico, que apura los detalles en cada oportunidad que tiene. Le sirven las interrupciones por hidratación, los pequeños descansos por lesiones y el medio tiempo. Es puntilloso y quiere que las cosas funcionen a su manera. Por ahora, los jugadores responden. Por ahora, el Madrid es un equipo de momentos que termina creciendo en los partidos. Está atento a las instrucciones, a la vez que empieza a detectarse el paladar de Alonso...
1) El sistema. Es evidente que Xabi Alonso se siente comodísimo con tres centrales y dos laterales largos. Fue el modelo básico en el Bayer Leverkusen. En los dos últimos partidos, y en los minutos finales contra el Pachuca mexicano, ha utilizado ese dibujo. En términos históricos, la relación del Real Madrid con este sistema ha sido casi inexistente. No ha formado parte de su cultura. No hay recuerdo de entrenadores que apostaran directamente por este sistema, pero sí ha funcionado de forma circunstancial en situaciones muy concretas. Del Bosque recurrió al 5-3-2 en su primer año al frente del Madrid, con la intención de mejorar el rendimiento defensivo del equipo. La victoria sobre el Valencia en la final de la Copa de Europa 2000 se edificó sobre dicha estructura.
2) Güler. Todo indica que Alonso ha visto algo más que interesante en Arda, al que trata de modelar como centrocampista. El Mundial es un excelente laboratorio para medir al turco en posiciones y responsabilidades novedosas. En varios partidos, pero especialmente contra la Juve, Güler se ocupó de dictar las operaciones, por detrás de Valverde y Belllingham. Es un salto abismal que todavía no ha metabolizado. Si alguien sabe de los derechos y obligaciones de un medio centro es Alonso, uno de los mejores de este siglo. Güler está en fase de aprendizaje. Dejó dudas en los primeros minutos del primer tiempo, cambió de posición y mejoró su rendimiento. Se siente importante en el Madrid, a diferencia de los años anteriores.
3) Gonzalo progresa con rapidez. Pocas funciones están más sujetas a las estadísticas que las de delantero centro. Se tiende a registrarlos por los goles que marcan, el número de remates y cualquier otra estadística que señale su amenaza en el área rival. Gonzalo saldrá con una nota altísima del Mundial de Clubes. Ha cambiado radicalmente el debate. Ya no es el jugador destinado a salir del Madrid en forma de cesión o traspaso. Está ahí para quedarse, en parte porque en la plantilla no hay un delantero de sus características y también porque cuadra los números a la perfección: tres goles en cuatro partidos, de características diferentes todos, un pase de gol y un gran pase a Fran García en la jugada previa a otro de los goles del Madrid en el torneo.
4) Trent Alexander Arnold, pasividad y desconcierto. El lateral inglés está más que probado en la élite del fútbol. Toda una vida en una gran edición del Liverpool despeja dudas sobre su magnitud como jugador. Sin embargo, su desempeño en el Mundial provoca cierta perplejidad. Está claro que fabrica unos centros magníficos. Tiene un pie Beckham. Gonzalo cazó uno contra la Juve y lo convirtió en gol con un cabezazo de apreciable plasticidad. Por lo demás sorprende la escasa actividad del lateral inglés para llegar a la línea de fondo, doblar al extremo o tirar diagonales. En el capítulo defensivo tampoco se ha distinguido. Su función no ha sido otra que tirar centros, la mayoría desde los tres cuartos de campo. Hasta el momento es un misterio de jugador.
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