Xabi y las carabelas portuguesas
Xabi es un picado de su profesión, un entusiasta que ya jugaba en el Madrid con la pizarra de técnico metida en su amueblada cabeza.
El ‘Síndrome de la barriga llena’ es más temido por los entrenadores de élite que las carabelas portuguesas que están asolando las playas del norte de España. Atacó al Madrid de Ancelotti el curso pasado, lo que unido a varios arbitrajes ungidos en el barniz del Negreirato dejaron a los blancos sin títulos nacionales. En la Champions nos permitimos dos subidones ante el City de Guardiola (hat-trick de Mbappé en el Bernabéu incluido) y con la inolvidable tanda de penaltis del Metropolitano. Pero el síndrome atacó de nuevo y ante el Arsenal los galácticos de la 14 y la 15 se diluyeron como un azucarillo...
Por eso, me gusta cómo ha arrancado Xabi Alonso su primer curso en el banquillo blanco con ese entusiasmo, nada impostado, que exhibe en cada entrenamiento, en cada cooling break de los partidos, en cómo se dirige a los que van a saltar al campo en las segundas partes... Es un picado de su profesión, un entusiasta que ya jugaba en el Madrid con la pizarra de técnico metida en su amueblada cabeza. El tolosarra no ha venido sólo a mejorar su cualificado currículo, ha venido para hacer Historia.
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No me extraña que a sus chicos les vaya a inocular, al regreso del parón de selecciones, la necesidad de dar un paso adelante para ganar como sea estas siete finales que restan ante del próximo Virus FIFA. Vencer este sábado en el Reale Arena sería un golpe de autoridad en la que fue su casa. Y derrotar al Cholo Team en el derbi del Metropolitano sabría a gloria bendita sabiendo lo que sucedió en el último face to face de Champions. Xabi lo quiere todo. Y yo también. No hay carabelas portuguesas que nos arruguen...
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