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Tenis | Queen's

Alcaraz vuelve ante Davidovich a su otra tierra

Nueve días después de ganar Roland Garros, el pentacampeón de Grand Slam se mide con el recién casado Davidovich para abrir la gira de hierba, sobre la que tiene un gran 24-3.

Carlos Alcaraz.
Jaime Dávila
Hijo de Alberto y Margui, nació en Valladolid en 1999, se crio en Toledo y se graduó de Periodismo y Comunicación Digital en el CEU de Madrid. Desde 2019, cumple en AS el sueño con el que creció desde que era bien pequeño. Escribe, sobre todo, de NFL, tenis y golf, y ha cubierto la Super Bowl, los Premios Laureus o la Copa Davis, entre otros.
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El calendario tenístico aprieta y, en ocasiones, ahoga. Hace escasos nueve días, Carlos Alcaraz se tiraba sobre la tierra batida de la Philippe Chatrier para celebrar su segundo Roland Garros consecutivo. Ahora, sin apenas descanso más allá de sus ya célebres 72 horas en Ibiza, una desconexión que ya es tradición, el pentacampeón de Grand Slam vuelve al ruedo. Este martes, Carlitos debuta en el ATP 500 de Queen’s, del que salió campeón en 2023, frente a su compatriota y amigo Alejandro Davidovich (alrededor de las 17:00), que llegó a Londres sobre la bocina después de casarse el pasado sábado en Marbella (Alcaraz estaba invitado, pero no pudo ir por su viaje a la capital inglesa).

El duelo de este martes supone el reencuentro de Carlos con la hierba, una superficie a la que llegó ‘virgen’ en 2021 y que, sin embargo, no ha hecho más que reportarle alegrías. El de El Palmar, de 22 años y segundo del ranking mundial, no ha necesitado periodo de adaptación durante su carrera en un terreno que tiene muy poco que ver con otras superficies y que demanda un perfil muy determinado. Lo reflejan sus resultados: 24 victorias y tres derrotas en hierba, incluyendo dos títulos de Wimbledon (2023 y 2024, ganando en ambos la final a Novak Djokovic) y el ya mencionado de Queen’s. Sobre el suelo verde solo han podido con él Daniil Medvedev, Jannik Sinner (en 2021 y 2022 en el All England Lawn Tennis Club), y Jack Draper, su verdugo en la pasada edición del torneo que inicia hoy y en el que el británico es el segundo favorito.

Estoy listo para ponerme de nuevo a ello. Y con ganas, porque he echado de menos la temporada de hierba”, explicó Alcaraz en la previa del evento londinense, allí donde se destapó como un magnífico jugador en este terreno hace dos años. “Aquí gané mi primer título en hierba, y gracias a lograr este torneo pude vencer en Wimbledon. Cogí experiencia, confianza, todo lo que me hizo mejorar y ser bueno en Wimbledon”, añadió.

“Yo tuve que renunciar dos años a jugar Roland Garros para brillar en hierba, para ganar Wimbledon 1966. El juego en hierba trae consigo resbalar mucho, sobre todo si hay humedad, atacar las bolas abajo, con un bote más rápido. Nada fácil”, relataba Manolo Santana en AS en 2008, y es que la transición de tierra batida a hierba es uno de los grandes desafíos que existen el tenis, el cual Alcaraz ha superado con nota hasta el momento. “A él le gusta jugar mucho en esta superficie, y con la energía positiva de un año más de venir victorioso de Roland Garros. Ganar allí da un plus. Hay poco tiempo para preparar esto, pero nos lo tomamos como una adaptación a la hierba. Cuantos más partidos ganemos aquí, mejor”, comentó a EFE Samu López, el técnico de Alcaraz durante estas semanas en Queen’s.

Costó algo más el curso pasado, cuando Charly fue sorprendido en segunda ronda por Draper, aunque aquello se tomó como parte del tedioso proceso. “Me lleva horas, días, ser mejor en hierba. Es difícil, no voy a mentir, pasar de la tierra batida a la hierba. No hay ningún secreto, como he dicho muchas veces. Hay que echarle horas, hay que trabajar en ello y hay que creer que se va a mejorar”, dijo entonces Alcaraz.

Con el reto de preparar de la mejor manera posible el asalto a su tercer Wimbledon consecutivo (del 30 de junio al 13 de julio), Carlitos se topa en primera ronda con un Alejandro Davidovich, de 26 años y 28º del ranking mundial, que se entrenó ayer por primera vez en las instalaciones de Queen’s, a las que tardó en llegar más de la cuenta por su ceremonia nupcial con Paloma Amatiste el pasado sábado (Alcaraz lleva entrenando desde ese día). Lo que hace dos meses fue la semifinal del Masters 1.000 de Montecarlo (el balance es de 2-0 favorable al murciano), ahora es una primera ronda que da el pistoletazo de salida a la gira de hierba, en la que todos los ojos vuelven a mirar a Alcaraz.

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