Alcaraz tira de bíceps para volver a la tercera ronda en Melbourne

Las dudas, si es que las había, después de su estreno en el Open de Australia el pasado lunes, con aquella pequeña desconexión que casi le cuesta a Carlos Alcaraz el segundo set contra el kazajo Alexander Shevchenko, quedaron despejadas en su segunda comparecencia, en esta ocasión un tanto inesperada, en la Margaret Court Arena. Lo lógico es que hubiera jugado en la Rod Laver, pero el caso es que el español ‘voló’ a gran altura en la segunda pista del torneo, para arrollar a Yoshihito Nishioka: 6-0, 6-1 y 6-4 en 1h21, la segunda mayor paliza que le ha infligido a un rivales, tras el 6-1, 6-2 y 6-1 contra Wolf en Roland Garros 2024.

El viernes, seguramente en la central, Alcaraz se enfrentará en la tercera ronda, que alcanza por cuarta vez en otras tantas participaciones, al portugués Nuno Borges, verdugo del australiano Jordan Thompson (6-3, 6-2 y 6-4). Lo que está claro es que el nivel de los rivales, aumentará a partir de ahora.

A toda máquina

“Cuanto menos tiempo pases en pista, sobre todo al principio, mejor. Me encontré muy bien físicamente y traté de estar concentrado para acabar lo antes posible”, dijo el murciano. “Una de las razones por las que quiero ganar este torneo un día es para poner mi nombre en esa corta lista (de ganadores de los cuatro Grand Slams). Trabajo para estar preparado para eso. Debo ir día a día y ver cómo me siento. Ahora solo pienso en la siguiente ronda y ojalá que llegue más lejos”, dijo el campeón de Roland Garros, Wimbledon (dos veces) y el US Open.

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Contra la desconexión

El primer set fue el más rápido de la carrera de Carlos en majors. En solo 18 minutos engulló a Nishioka a quien ya ganó hace tres años en el Masters 1.000 de París (“¿Tienes que ir a algún sitio hoy?“, le preguntó un entrevistador del torneo). El japonés de 29 años y 65º del mundo solo pudo ganar cuatro puntos en ese parcial, tres con su saque y uno al resto. Y Alcaraz cometió un único error no forzado (cerró el encuentro con 16). La segunda manga duró algo más, 25 minutos, pero el ganador de cuatro Slams fue igualmente superior. Solamente en la tercera levantó el pie del acelerador y Nishioka respiró. El nuevo saque del prodigio de El Palmar parece que va a mejor (14 aces) y su derecha es un martillo. “Estoy muy feliz por eso. Es algo en lo que trabajé en la pretemporada y me costó en la primera ronda. En los entrenamientos pasé más tiempo con eso. Ha funcionado mejor y espero que en el siguiente partido vaya aún a más”, celebró, antes de bromear sobre su fuerza. “Espero que mi preparador físico esté contento con mis bíceps. Mucha gente me lo dice, que está bien, y me gusta”. Buenas perspectivas para lo que está por venir.

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