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El mal día de Alcaraz en frases: “No puedo sacar ni restar”

El español vive un calvario en su partido contra Fognini y lo exterioriza con varios comentarios e incluso una discusión con el público.

Carlos Alcaraz se queja durante su partido contra Fabio Fognini en Wimbledon.
Stephanie Lecocq
Nacho Albarrán
Nació en Madrid en 1972. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense. Entró en AS en 1996 para documentar partidos de fútbol y estuvo en Cierre antes de encargarse, durante cinco años, de la delegación de Asturias. Después formó parte del equipo de Ediciones y fue redactor de Baloncesto. Desde 2017 se ocupa del tenis día y noche.
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Alcaraz vivió un auténtico calvario en su partido contra Fabio Fognini, en la primera ronda de Wimbledon. A pesar de su victoria, el de El Palmar no lo pasó nada bien durante su encuentro con el italiano, que a sus 38 años forzó el quinto set y puso en serios apuros al vigente campeón. Y el español lo exteriorizó más que nunca con frases, ademanes, gestos y comportamientos durante la mayor parte del encuentro. Aquí los recopilamos.

Aunque ya había hablado con su equipo antes, cuando veía que las cosas no le estaban yendo bien en la pista, lo peor comenzó cuando, en el desempate del segundo set, le dijo a su gente que no se veía nada bien: “No puedo sacar ni restar, es una vergüenza”. Al perder el parcial, se acercó a la red, abatido, con la mano en la cadera, un gesto que hizo temer por una posible molestia.

En la tercera manga, después de cometer una doble falta con 1-1 y 40-30 en el marcador, Carlos se encaró con un espectador que le hizo algún comentario desafortunado: “¿Tienes algún problema? ¿Conmigo? ¿No?“, espetó Alcaraz antes de marcharse de la zona sin darle más importancia.

Más adelante, en el cuarto set, hizo un comentario sobre su rival: “Juega hasta los 50 años, tío, si tiene nivel para jugar hasta los 50”. Y, casi acto seguido, llamó con un sonoro grito a un recogepelotas para que le trajera algo: “¡Ballboy!”. Además, su sufrimiento también se acrecentó con el inusual calor que hace estos días en Wimbledon, y eso le llevó a dejar un bonito gesto: en el inicio del quinto set, un aficionado se desvaneció en la grada, y Carlitos no dudó en acudir con una botella de agua. Terminó el duelo con un bonito abrazo en la red entre el español y Fognini, que le pidió a su rival la camiseta para regalársela a su hijo, Federico, gran fan del dos veces campeón en el All England Club.

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