El truco de la hierba de Wimbledon para resistir los partidos del torneo: así afecta al juego de los tenistas

La celebración de Wimbledon, el Grand Slam de hierba, conlleva que el torneo londinense cuide con mimo una de las superficies más delicadas sobre las que se juega al tenis cada temporada: el césped, al contrario que ocurre sobre las pistas duras del Open de Australia y del US Open o sobre la arcilla de Roland Garros.

Cada año es muy frecuente ver cómo, a medida que pasan los partidos en Wimbledon, el césped se desgasta en los fondos de las pistas, en especial de la Pista Central y la Pista 1 que alberga las rondas finales del torneo y cómo se nota una gran superficie sin apenas césped en las finales masculina y femenina del torneo.

Por esta razón, y para evitar que este desgaste fuese tan notorio como en años anteriores, Wimbledon decidió en 2001 cambiar su césped por una superficie que durase más jornadas durante el torneo. Por esta razón en las pistas se plantó un césped 100% ryegrass perenne, que permitía un bote más alto y más rápido y que se desgastaba menos salvo en el fondo de la pista, donde los tenistas suelen pasar la mayor parte del partido.

El cambio de superficie también favoreció el cambio de estilo a la hora de jugar sobre hierba, ya que se pasó de un juego enfocado en el saque y volea a jugar desde la línea de fondo, manteniéndose un juego más rápido y botes más uniformes que no sorprenden a los tenistas, algo que sí ocurre en las zonas con menos césped. De esta forma Wimbledon desafía al tiempo con un césped que pretende mantener el espectáculo durante las dos semanas en las que la élite del tenis pelea por uno de los títulos más prestigiosos del mundo del deporte.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de . ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic