El pescado que favorece la generación de colágeno beneficioso para la piel además de proteger la memoria
Se trata de un producto de precio asequible que tiene un alto contenido en omega-3 y que mejora el funcionamiento cerebral.


Es bien sabido que el vino mejora con el paso de los años, hecho que suele asociarse, no sin razón, a la calidad del producto. No obstante, la evolución del paladar y la madurez del comensal son factores que también explican dicha sensación. Algo similar ocurre con el pescado.
En plena niñez hay pocos que soporten ningún pez en su plato, más allá de los palitos rebozados que tantas infancias han salvado. Sin embargo, cuando se alcanza la edad adulta, el pescado pasa a ser una de las opciones favoritas del convidado; esto es beneficioso por el evidente disfrute gastronómico y, además, por las numerosas ventajas para el organismo. Cada pez presenta unas propiedades diferentes y conviene conocerlas para hacer de la alimentación una sólida aliada en la rutina.
Entre todas las opciones que el mar y el río reportan, una de las más ventajosas por su relación calidad-precio es la caballa. Un kilo de caballa puede rondar los ocho euros, aportando 139 calorías cada 100 gramos. La clave de este producto de sabor agradable se encuentra en sus grasas saludables y en su alto contenido en omega-3, que es el ácido graso que controla el colesterol malo (LDL) y aumenta el bueno (HDL).
No queda ahí. El consumo de este pescado azul favorece la generación de colágeno, beneficioso para frenar el desgaste que el paso de los años ratifica en la piel y las articulaciones; además, y según apunta la Fundación Española del Corazón (FEC), los beneficios cardiovasculares que presenta la caballa son meridianos. Todo esto, envuelto de un saludable coctel de proteínas, fósforo, magnesio, yodo, hierro, vitaminas B6 y B12, niacina y Vitamina D.
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Entre sus beneficios más desconocidos se encuentra, tal y como recoge el colectivo médico Health, la reducción del riesgo de desarrollar problemas cognitivos severos, como Alzheimer o demencia, debido a la mentada obtención de omega-3. El citado portal explica que, además, “alrededor del 50 o 60% del cerebro es grasa, y el 35% de esas grasas son omega-3″, por lo que la ingesta de caballa mejora el funcionamiento cerebral y protege las células cerebrales. Y si se quiere, además, se puede consumir como palito rebozado.
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