Un experto revela la realidad de los cortes de digestión en la playa: “Ahí es donde viene el problema”
Un técnico de emergencias desmiente el mito de que haya que esperar dos horas después de comer para poder bañarse.


Con la llegada del verano, los días de piscina, playa y comidas al aire libre se multiplican. Y junto con ellos, también aparece una advertencia que muchos padres repiten con frecuencia: “No te metas al agua hasta que hayan pasado dos horas después de comer”. Esta advertencia está relacionada con el temido “corte de digestión”, un fenómeno que preocupa a muchas familias, especialmente cuando se trata de niños.
Aunque popularmente se le llama “corte de digestión”, el término médico más preciso es síndrome de hidrocución. No se trata de una interrupción repentina de la digestión, sino de una reacción brusca del cuerpo al cambio de temperatura, especialmente cuando una persona entra en contacto con agua fría tras haber comido o al estar bajo el sol.
Así lo ha dejado claro un técnico de emergencias en una entrevista en el pódcast de Jordi Wild: “Tú te puedes morir después de comer una buena paella o sin haberla comido. Porque, como hablabas, tú madre te decía: ‘Estate dos horas’. Pero tú podías estar jugando en la arena, al sol, a pleno sol, pero lo importante era que el garbanzo ya hubiese sido digerido. Te decían: ‘Dos horas, Miguel, dos horas. Ya te puedes meter’. Y habías estado jugando, sudando perdido, jugando al sol, y te metías de golpe, y ahí es donde viene el problema: el cambio brusco de temperatura”.
“El riesgo de hidrocución: cambio, shock térmico, un shock termodiferencial. Por ese cambio de temperatura, de tener la temperatura muy alta. Por eso lo llaman el ‘corte de digestión’. No existe como tal el corte de digestión. Si cuando comes tienes más sangre acumulada en el estómago, vas a poder recibir peor ese cambio brusco de temperatura. Por eso se puede decir que, comiendo, podríamos incidir un poco más, pero la respuesta real es que, sin haber comido, también te puede pasar. Es por hacer ese cambio brusco de temperatura”.
Consejos para evitar el ‘corte de digestión’
La recomendación de este experto es “hacer el cambio de forma paulatina, nunca brusco”. Sin embargo, no es lo único que se debe tener en cuenta. Por ejemplo, a la hora de entrar al agua, se puede ir haciendo poco a poco, empezando por mojarse brazos, piernas y cuello antes de sumergirse. Asimismo, es bueno evitar tirarse al agua de golpe, sobre todo triccwin247.comer o después de estar mucho rato al sol.
Conviene también controlar la actividad física intensa después de comer y vigilar los síntomas: si el niño presenta palidez, sudor frío, mareo o náuseas, hay que sacarlo del agua y buscar atención médica si es necesario. Y, además, mantener una buena hidratación, ya que el calor también puede provocar bajadas de tensión.
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