Bárbara Royo, colaboradora de ‘En boca de todos’, a punto de ser detenida en Marruecos
La abogada ha relatado en el programa de Cuatro el altercado que ha sufrido debido a la negativa de una aerolínea a aceptar su equipaje.
Hace algo más de una semana que los días del calendario dejaron de ser tachados: con el verano encima se congela la percepción del tiempo a contrarreloj, se dejan los rotuladores rojos en el estante y uno se embarca a las vivencias que brotan del período estival. El pequeño universo que encierran estos meses acumula un sinfín de alegrías y, en casos puntuales, alguna mota de tristeza y rabia, que es lo que debió sentir este pasado fin de semana Bárbara Royo.
Así lo ha expresado la abogada en ‘En boca de todos’, programa al que acude con frecuencia como colaboradora. Según ha detallado, decidió viajar con una compañía low cost que, al momento de embarcar, puso una infinidad de problemas a su equipaje de mano asegurando que no cumplía con las medidas.
Bárbara Royo, al borde de la detención en Marruecos por un conflicto con una aerolínea: "Es una compañía que estafa a sus clientes".
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“Es una compañía que estafa día a día a sus clientes. Mi maleta estaba dentro de la normativa”, insiste Royo, llegando a asegurar que voló porque le “estafaron 65 euros”. “No voy a volver a viajar con ellos y os recomiendo que vosotros tampoco lo hagáis”, ha zanjado, tras desvelar que casi es detenida en Marruecos, donde tuvo lugar el suceso, debido al altercado con la aerolínea.
“Hay que ser pedazo estafadores”
Estas palabras en la emisión del lunes son, en realidad, la parte final de un culebrón que se ha extendido durante varios días. Tres jornadas atrás, la abogada publicó una fotografía de su equipaje con un largo texto en el que se quejaba de la actuación de la compañía.
“Mi maleta cumple las medidas, he pagado por ella y me han cobrado 65 euros inventando que sobresale unos milímetros. Hay que ser pedazo estafadores”, cuenta. Pero no está ahí la gravedad del asunto: “No obstante, y aunque fuera verdad, que no lo es, mi vuelo no cumple horarios, lleva dos horas de retraso y la compañía ni paga ni es multada ni sufre consecuencia alguna”. Distinto es para los pasajeros, pues “hay quien no va a llegar a su casa, quien va a perder conexiones, etc.”.
Su enfado se desprende de cada una de las letras del texto. “La culpa de todo esto, por supuesto, es nuestra, de los ciudadanos que permitimos esta clase de estafas. Que dejamos que nos roben y nos traten como a ovejas, mientras les hacemos millonarios“, reflexiona, insistiendo en que jamás volverá a viajar con dicha compañía.
Aunque asegura que va a reclamar, no se muestra optimista por la desaparición de estas prácticas en el sector. "Pero no es suficiente. Si todos nos negásemos a ser estafados, y todos reclamásemos nuestros derechos y no les ayudásemos a perpetuar estas prácticas, estas acabarían", sentencia.
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