El abogado de Cayetano Rivera revela cómo se encuentra el torero tras su detención: “Me parece una barbaridad”

La madrugada del lunes 30 de junio de 2025 marcó un giro inesperado en la vida del torero Cayetano Rivera. Lo que comenzó como una discusión en una hamburguesería del centro de Madrid terminó con su detención por parte de la Policía, acusado de presunta resistencia y desobediencia a la autoridad. Según el relato de su abogado, Joaquín Moeckel, el torero se encuentra “triste y desconcertado”, y considera que la situación “se ha ido de las manos”.

El altercado se produjo cuando, presuntamente, Rivera intentó retirar un pedido sin poder presentar el ticket correspondiente. La tensión con los empleados del local derivó en la intervención de una pareja de policías, alertados por los trabajadores.

El abogado ha denunciado públicamente lo que considera un uso desproporcionado de la fuerza. Rivera fue esposado, introducido en un coche policial sin cinturón de seguridad, ya que según Moeckel el vehículo estaba averiado, y trasladado al calabozo, donde permaneció durante cuatro horas supuestamente con grilletes puestos. “Me extraña que en el propio calabozo tenga los grilletes puestos”, expresó el letrado en declaraciones televisivas.

Reacciones y estado actual del torero

Tras su liberación, Cayetano Rivera ha manifestado su intención de presentar una denuncia por lo que considera un trato injusto. En una llamada al programa ‘Y ahora Sonsoles’, el torero negó haber agredido a los agentes y calificó la situación de “barbaridad”. “Hubo una discusión, eso sí, pero de ahí a ser violento, no es verdad”, afirmó. También publicó un comunicado en redes sociales para aclarar que en ningún momento protagonizó actos de agresión.

El impacto emocional del suceso ha sido evidente. Moeckel describió a su cliente como “muy triste”, subrayó que Rivera es una persona pacífica y que esta es la primera vez que ha sido detenido. “¿No te suena un poco excesiva la medida?”, cuestionó durante su intervención en televisión.

El caso ha generado un amplio debate mediático y social. Algunos sectores han señalado que la fama del torero pudo haber influido en la forma en que se gestionó el incidente. Moeckel incluso habló de una posible “famosofobia”, aludiendo a un trato más severo por tratarse de una figura pública. “Con la cantidad de problemas que existen, el hecho de ser famoso muchas veces se convierte en un juicio en sí mismo”, declaró.

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