El bar del sur de España donde Pérez-Reverte tiene una percha propia para su sombrero y tapas por menos de 5 euros
La fama del prestigioso y polémico escritor es que tal que el bar Stratos le ha dedicado su propio rincón con una placa a su nombre.
Arturo Pérez-Reverte es uno de los escritores más influyentes y leídos del mundo hispano. Con una trayectoria que abarca el periodismo, la literatura y la crítica social, ha sabido construir una voz única, directa y provocadora que le ha ganado tanto fervientes seguidores como acérrimos detractores. Sin embargo, nadie puede negar su impacto en la cultura contemporánea.
Nacido en Cartagena, España, en 1951, Pérez-Reverte fue primero reportero de guerra durante más de dos décadas. Su experiencia en estos conflictos moldeó su visión del mundo y su estilo narrativo: crudo, desencantado, pero también profundamente humano. En los noventa abandonó el periodismo para dedicarse por completo a la literatura y también es miembro de la Real Academia Española, donde ocupa la silla T.
Pérez-Reverte no es de medias tintas, o se le quiere o se le odia. Y entre los primeros se encuentran los del bar Stratos, tal como él mismo ha revelado en sus redes sociales, donde es tan activo. Con una fotografía en X (antes Twitter) ha desvelado que en este bar sevillano le tienen reservada su propia percha: “Cada vez que desayuno en Sevilla sigo colgando mi sombrero en el bar Stratos”, escribe él.
Cada vez que desayuno en Sevilla sigo colgando mi sombrero en el bar Stratos.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte)
Así es el Stratos
Arturo Pérez-Reverte no solo tiene un enorme seguimiento entre los lectores, sino también una presencia destacada en redes sociales, especialmente en X), donde sus opiniones son ampliamente difundidas y debatidas. Con un estilo tajante, irónico y sin filtros, comenta sobre política, historia, cultura y actualidad.
Quizás esta honestidad brutal en medio de un mundo que a veces premia la corrección superficial es lo que encandiló al Stratos de él. Sito en la calle Murillo, 24, en pleno casco antiguo de la ciudad hispalense, este bar presume de tener como cliente al ilustre Pérez-Reverte, de ahí que le instalase una percha para su sombrero con una placa con su nombre. Se trata de un bar de los de toda la vida, con tapas por menos de cinco euros, y donde uno se puede encontrar al escritor desayunado cuando viaja a la ciudad de Nervión.
Abierto de 1970, su lema lo dice todo: “Donde mejor se maltrata al cliente”. Aquí se puede disfrutar de la cocina tradicional andaluza y otros platos tan típicos como los garbanzos con bacalao. “Este lugar es un verdadero refugio para quienes buscan algo más que un buen tapeo: aquí los de la Caja Rural y el vecindario trabajador vienen a reconciliarse con la vida misma”, dicen en su web.
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