La intrahistoria de la entrevista que a Bárbara Rey no le dejaron dar
La vedette iba a protagonizar un espacio en el programa ‘Tómbola’, pero la dirección de producción recibió una llamada que frenó la entrevista.
Bárbara Rey se ha convertido en una de las protagonistas indiscutibles de la semana después de que su hijo, Ángel Cristo Jr., vendiera a una revista holandesa unas imágenes en las que se veía a su madre besándose con el rey Juan Carlos I. La secuencia, que desencadenará denuncias en un futuro próximo y llenará los platós de televisión, ha revivido una relación extramatrimonial que la vedette ha confirmado con su reacción.
Durante años, Rey fue una de las personas más mediáticas del país. El papel cuché hablaba abiertamente de su historia con el monarca emérito, aunque todo eran rumores. Bárbara iba de televisión en televisión contando su historia siempre que la llamaban y, de hecho, tenía uno de los cachés más altos de la época: aproximadamente dos millones de pesetas (12.000 euros al cambio).
Mabel Redondo, excoordinadora y subdirectora del programa ‘Tómbola’ de Canal Nou, ha en ‘Y ahora Sonsoles’ la historia de una entrevista con la vedette que nunca llegó a producirse. Todo sucedió después de que Rey sufriera amenazas y un robo en su casa, por lo que, según sus palabras, se instaló un pánico generalizado a que pudiera haber una confirmación de la relación.
Tras recibir “una llamada”, el programa avisó a Bárbara Rey de que no podía hacer la entrevista. No obstante, la artista consiguió viajar con un billete cancelado y se presentó en las instalaciones de la cadena. Al ver cómo no la dejaban entrar, utilizó al público -que estaba accediendo en ese momento-, para decirles que le habían cancelado la entrevista. “Les dice que está vetada, que quiere hacer su entrevista y que tiene un contrato firmado. El público termina diciendo que, si Bárbara Rey no entra, ellos tampoco”.
No le quedó más remedio a Canal Nou que dejarla entrar a un camerino. Allí bajó la dirección de la productora y le aseguran que iba a cobrar, pero que la entrevista no la iba a dar. “Había una persona de seguridad pendiente de que no saliera de ahí. Ella alguna vez dijo que se sintió secuestrada”. Fue a pocos minutos del final cuando la acompañaron a la salida y la llevaron al hotel antes de poner rumbo de vuelta a Madrid, aunque sin haber podido hablar pese a que, según Redondo, “no iba a contar que estaba con el rey”.
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