La trágica caída a los infiernos de Simón Pérez, el mítico defensor de las hipotecas a tipo fijo
El protagonista del vídeo viral junto con Silvia Charro emite en directo su decadencia para conseguir dinero para comprar sustancias ilegales.
Las redes sociales cambiaron la vida de Simón Pérez en 2017. Por aquel entonces, el economista trabajaba como profesor de finanzas y su pareja, Silvia Charro, era consultora de Engel & Völkers. Un día, bajo los efectos del alcohol, decidieron grabar un vídeo viral recomendando las hipotecas a tipo fijo que provocó que los dos perdieran su trabajo.
Todo cambió desde entonces. El piso en el que vivía era de la empresa, por lo que también se quedó sin él. Su fama cayó radicalmente y, aunque intentó volver a demostrar sus conocimientos en un canal de YouTube donde hablaba de economía, no tardó en pasarse a los directos en internet para pedir dinero para comer.
Dinero fácil, debió pensar, cuando vio que le entraba una suma superior a la que se imaginaba. Por eso, su contenido dejó de ser serio para convertirse en una especie de retransmisión de la degradación humana. Sus problemas con las drogas mostraban cada vez una imagen más deteriorada que, en estos días, ha alcanzado su punto más bajo.
Simón pasa horas muertas en la plataforma australiana ‘Kick’, una web que incumple toda la legislación española vigente por sus anuncios ilegales de juegos de azar. Allí, multitud de personas pagan cantidades insulsas para ver a Simón pasar por situaciones tan desagradables como volcarse un cubo de vómito en la cabeza, beberse su orina o consumir sustancias ilegales hasta el límite de quedarse dormido en directo. “El canal va de esto, de meterme hasta que me cierren el canal o hasta que me muera”, pronunció en el último ‘stream’.
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En las redes sociales, muchos perfiles son cómplices directos de la situación (los que pagan por verlo), mientras que otros denuncian la situación que el economista está sufriendo y piden ayuda a las autoridades. Una ayuda a la que él mismo no consiguió agarrarse hace unas semanas, pues ingresó en un centro psiquiátrico para rehabilitarse y al día siguiente pidió el alta voluntaria huyendo del tratamiento.
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