Qué fue de Ronna Keith, la viuda del doctor Julio Iglesias Puga (‘Papuchi’), quien ha roto su silencio veinte años después de su muerte
Tras dos décadas alejadas de los medios de comunicación, la estadounidense, madrastra del cantante Julio Iglesias, reapareció en ‘TardeAR’ (Telecinco).
Póngase el lector en contexto. Corrían los años noventa, la época de auge del ahora tan recordado tamarismo en televisión tras el estreno de la serie sobre la cantante Yurena. En la pequeña pantalla brillaban también otros personajes de lo más curiosos. Uno de ellos, el padre de Julio Iglesias, conocido como Papuchi.
No era esto algo “raro, raro, raro”, ya que el doctor Julio Iglesias Puga, natural de A Peroxa (Ourense), conquistaba a todos con su naturalidad y espontaneidad. Médico de formación, especializado en ginecología, atesoraba también en su ‘currículo’ haber sido secuestrado por ETA (dicen las malas lenguas que su hijo cantante pidió ayuda al sector gallego del narco —los “transportistas”— para liberarlo) y atender el parto de la primogénita de la que fuera su nuera, Isabel Preysler (la bebé en cuestión era Chabeli, nacida con unos cuatro kilos de peso a los ocho meses de la boda de no penalti entre la socialité y el artista).
Esa larga vida a la que siempre sonreía con vitalidad y su simpatía enamoraron a una joven estadounidense, Ronna Keith, quien se volvió también una habitual de las portadas de la prensa del corazón, que hacía hincapié en la diferencia de edad entra ambos: 48 años, casi medio siglo. La pareja se casó en secreto en Estados Unidos en 2001 y tuvo dos hijos (dos nuevos hermanos para el artista de ‘Un canto a Galicia’, el tema que dedicaba a la tierra de su padre). Papuchi conoció al primero de ellos, pero, cuando falleció, el 19 de diciembre de 2005, Ronna estaba todavía embarazada de la segunda. Nunca más se volvió a saber de ella. Hasta ayer.
Primeras palabras
Pese a dentro del papel couché se le auguraba un futuro por hablar a golpe de talonario, Keith, a la muerte de su marido, decidió apartarse de la fama y se volvió a vivir a Estados Unidos con sus hijos. Sin embargo, la viuda, de ahora 59 años, rompió su ayer su silencio para aparecer en TardeAR para recordar la figura de su marido.
Muy cambiada físicamente, con visibles canas, reveló que lo suyo fue “amor a primera vista”, un flechazo en el madrileño Paseo de La Habana: “Me conquistó porque era una persona que tenía sentido del humor, era inteligente, tenía sus valores…”.
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“Nunca me importó la diferencia de edad. Era muy astuto, muy adelantado para ser una persona de su edad”, dijo también sobre Papuchi, al que considera el amor de su vida. Y, aunque vive apartada porque “es importante guardar un espacio de privacidad”, confiesa que sigue trayendo a sus hijos a nuestro país para que no pierdan sus raíces: “Ha sido muy importante para mí llevar a mis hijos a España, para que ellos conozcan la cultura, la familia y todos los amigos”.
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