Quién es Amalia Damonte, la mujer con la que el papa Francisco quiso casarse antes de ser cura
Los padres de la joven impidieron que el Papa contrajera matrimonio durante su juventud y que, por ende, terminara metiéndose a cura.
Hay curas que tienen una vocación clara y prácticamente de nacimiento y los hay que descubren la llamada de Dios algo más adelante. El papa Francisco, Jorge Bergoglio, recientemente fallecido, era un ejemplo evidente de estos últimos. No hay más que ver una juventud repleta de trabajos como portero de discoteca o profesor para averiguarlo.
Otro episodio sobre la vida de Bergoglio que no todos conocen es que estuvo verdaderamente cerca de casarse. Pero nada de una boda de broma, sino una de verdad. Todo empezó cuando los dos tenían doce años. Bergoglio, que vivía bastante cerca de Amalia Damonte, la mujer en cuestión, le mandó una carta detallándole cómo iba a ser su futuro.
“Era grande, maduro, una maravilla de muchacho. Jugábamos en las aceras o en los parques de la zona, bailábamos... algo muy lindo. Éramos muy humildes, amábamos a los pobres... En eso éramos almas gemelas”, expresó ella a un medio de comunicación argentino al poco de ser nombrado sumo pontífice.
En una carta, Bergoglio le propuso matrimonio y le dejó un mensaje que, a la postre, terminó cobrando bastante importancia. “Si no me caso con vos, me hago cura”, le dijo. Los padres de la joven le prohibieron recibir más misivas de Bergoglio y ahí se terminó todo, aunque hasta hace unos meses seguían manteniendo contacto por carta.
Meses después de que rompieran su relación, Bergoglio entró en el seminario y cumplió con su amenaza de meterse a cura. El resto de la historia perdurará para siempre al haberse convertido en 2013 en el primer papa americano.
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