Alerta en verano: estos alimentos pueden causar intoxicaciones por el calor
El calor del verano pone en riesgo algunos alimentos, por lo que es esencial tener cuidado para evitar la contaminación e intoxicaciones estomacales.
El calor del verano puede ser un gran compañero para disfrutar en condiciones de las vacaciones. Sin embargo, también lo es para las bacterias, pues las altas temperaturas hacen que estas se reproduzcan más rápido y conviertan la conservación de los alimentos en todo un reto.
Las intoxicaciones alimentarias se multiplican en el verano, por lo que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido a la ciudadanía sobre el tratamiento que deben darles a algunos ingredientes que corren el riesgo de perder la cadena del frío y provocar daños estomacales.
Por ejemplo, uno de los consejos que dan es que, a la hora de ir a comprar, queden para el final los productos refrigerados y congelados, pues cuanto más tiempo pasen fuera de los refrigeradores apropiados, más riesgo hay de que se pongan malos. Mantener la temperatura de los electrodomésticos, como la nevera y el congelador, es también vital.
Alimentos que precisan una conservación especial
Los pescados y los mariscos son los dos productos con los que más cuidado se ha de tener. No es recomendable que ninguno de los dos pasen más de dos o tres días en la nevera sin estar cocinados, pues por su pH son un lugar excelente para las bacterias. Además, es recomendable que estén en la parte baja del refrigerador.
Sucede algo similar con las carnes de ave o de vacuno. Jamás deben descongelarse estos productos a temperatura ambiente y el cocinado debe ser total para evitar la ingesta de bacterias. Tampoco es recomendable que superen los 3 días en la nevera.
La salmonella de los huevos es una de las bacterias que más aparece en los meses estivales. Su contaminación disminuye notablemente si se opta por conservar estos alimentos en la nevera y no guardarlos a temperatura ambiente, precisamente como vienen del supermercado. Y, por seguir con derivados de animales, la leche no dura más de cuatro días en la nevera.
Por último, la fruta debe estar en la nevera, sobre todo si está cortada. El calor fuera del electrodoméstico acelera su proceso de descomposición y es un riesgo para la salud consumirla a temperatura ambiente. Por ello, el típico melón o sandía cortada clásico de estas fechas no debe quedar nunca a más de 4 grados.
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