Rap

Dano: “Sé que si hago un tema con Duki va a ser el que más plays tenga, pero no lo hago por eso”

El rapero argentino del Sur de Madrid atiende a Diario AS con motivo de la salida de ‘Nuevos Trapos’. Habla de su nuevo proyecto, su relación de Duki, su proceso creativo, la importancia de Ziontifik, autoproducirse...

31/03/25 
MUSICA 
ENTREVISTA RAP HIP HOP 
DANO
Alberto P. Sierra
Alberto Pérez Sierra nació en Madrid en 1995 y llegó a AS en 2015 mientras se graduaba en Periodismo en la UCM. Después de un verano de ciclismo y tenis en Más Deporte, llegó a iccwin247.com, donde informa de la actualidad del fútbol nacional e internacional. ¿Por qué todos los jugones sonríen igual?
Actualizado a

Ni muy pronto ni muy tarde. Así llega Dano a la cita con AS. Marcas de tenis por encima y una actitud cercana y relajada. Como el que llega a casa. Así le tratan en La Esperanza, bar que frecuenta en Madrid. Agua con gas y una copa de vino blanco. No necesita más para una larga charla que roza la hora. Hijo y nieto de músicos, el argentino sigue el oficio de su familia pero muy a su manera. Con sus Nuevos Trapos, pero su estilo de siempre.

Lo primero, ¿contento con el Nuevos Trapos?

- Muy contento. La verdad que sí. Estoy aterrizando emocional y mentalmente. Hacemos música, tampoco estamos curando el cáncer.

¿Qué espera para la gira? ¿Para el directo?

- Haremos toda España hasta fin de año y estamos cerrando Latinoamérica. Hay un poco más de miedo cuando empiezas con un nuevo disco. Hay nervios con un setlist nuevo. Hay temas más clásicos, claro, pero ver como enfrentas esos nuevos temas. Hay gente que lo mismo le da más igual, pero a mí me gusta mucho hacer los setlist. También que se escuche música guay. Son muchos cachitos de temas que me gusta mezclar y que tengan sentido. Quiero que haya una mixtape que sea orgánica. Voy DJ Swet, que para mí es de los mejores de España. Tener un DJ guay mola y que tenga cosas que hacer. Todo bien con la gente que está poniendo los beats y ya está, eh. Pero él es un loco de su instrumento, utiliza los platos… Me mola darle algo que hacer y que sienta que está aportando. No critico a nadie, eh. Pero él es de una vertiente de usar las manos. A mí es lo que me gusta hacer.

Hablando del disco, impresiona abrir los créditos, porque está totalmente autoproducido… ¿cómo nace Nuevos Trapos?

- Esto lo llevo haciendo desde el principio. Yo me hago mis beats, mis letras… Nunca he colaborado con mucha peña fuera de Ziontifik. Cuando ves a alguien cantando, piensas que solo interpreta o solo escribe. No piensas que esa persona también lo produce. Yo no tengo ese tag de productor, pero cómo tampoco he vivido de vender beats… No tiro a nadie, eh, solo son métodos de trabajo. Entiendo que la gente lo ve y flipa, pero yo vengo haciendo mis beats desde que tengo 17 años. Me gusta poder sentir ese reto de satisfacer a mi oyente interno. El que escucha los beats es el Dano rapero, no el beatmaker y me juzgo a mí mismo. Me digo “borra ese puto beat” (risas) y lo mando a la papelera de reciclaje. Así todo el rato.

Dano: “Sé que si hago un tema con Duki va a ser el que más plays tenga, pero no lo hago por eso”
Dano en La Esperanza durante la entrevista con ASJAVIER GANDUL

Le falta mandarlos a usted mismo por mail.

- Casi, casi… Decirme “este es un poco mid”... (risas).

En el disco tiene mucha presencia del saxo, un ambiente tranquilo aunque las letras hablen de cosas fuertes. ¿Dónde encuentras la inspiración para generar ese ambiente?

- Creo que el rap, sonoramente, en la línea en la que yo me muevo es muy cinematográfica. Los beats no son solo ritmo, es una cuestión hasta visual. Desde el primer play, el tipo de beat que sea, del rollo que sea, es muy cinematográfico. Esto es otra cosa. La inspiración siempre está en esto. Cuando me aburro de buscar samples, me pongo una peli antigua o una serie y me inspira. A lo mejor no lo encuentras, pero descubres un compositor. Estás ‘diggin’ todo el día. Eres un parásito creativo. Absorbes. Viene de las vivencias tuyas, de las vivencias que te cuentan, de una película… Es algo muy visual. Yo necesito verlo y me gustaría generar en los demás un tipo de imagen.

Y la más básica, ¿por qué ‘Nuevos Trapos’?

- La versión corta, aunque todas mis versiones son largas… Bueno, hay un artista argentino que es Dios: Charlie García. Allí está en el Olimpo de las figuras legendarias con Gardel, Maradona, Evita, el Che. En los 80, él se va a Nueva York para hacer su disco soñado. Él lo tiene y tiene hasta el título. Pues se va a dar una vuelta con el fotógrafo y, sin tener nada que ver con el rap, se compra un aerosol y pone en la pared el nombre del disco que iba a ser, hace la foto y dice “venga, lo tenemos”. Entonces, por lo que he leído, el fotógrafo le dice que aguante cinco minutos más, que quiere ir a ver otra esquina. Dan la vuelta y se encuentran una esquina guapísima donde pone “Modern Clicks” que encima era el nombre de una banda local. Bueno, pues veo eso y dice “Clicks modernos”. Cambia todo y dice que se va a llamar así. Y, ¿cómo se iba a llamar antes? ‘Nuevos Trapos’. 30 años después, yo me voy a Nueva York.

Como Charlie..

- Sí. Quería hacer un EP allí rápido. Me vengo con cuatro temas hechos casi, dos colabos hechas pero que luego no mandan las movidas… Empiezan a pasar un montón de cosas y algo que tenía que ser sencillo y rápido, pasa a ser en complicado, largo, tedioso… Pensé contra qué estaba luchando y mandé todo a la mierda lo de Nueva York. A este pibe hacer un disco en Nueva York le cambió todo y le cambió el nombre. Pues yo me quedo con el nombre que él desechó. Bueno, que la vida no le dejó usar como a mí la vida no me dejó hacer un disco en Nueva York. Yo a la vida se la devuelvo de esta manera y me quedo con su título.

Además de las letras y la música, usted también es filmmaker. Se nota en el visualizer del disco...

- Ha sido un placer currar con Bandiz Studio. Es un estudio de Madrid espectacular, han ganado premios con un artista como Omar Apollo. Es un colega mío (Bandiz) que hemos estudiado juntos, es colega de Elio, de El Bolita, en paz descanse. Hemos compartido muchas cosas juntos, pero nunca habíamos currado formalmente tras 20 años de amistad. Él fue capaz de escuchar el disco y las tres cosas que tenía en mente en mi último suspiro creativo ya. Él vio la apuesta y la subió 60.000. Me infló. Cuando acabas el proceso estás desinflado. Como acabar un partido. Es un tipo que me dijo tómate un trago y sigue, que nos queda trabajo. Y la grandeza estaba detrás de esto. Ha hecho malabares increíbles. Trajo un director de fotografía de México que si me cobraba lo que cobra me hipotecaba… Hay mucha gente que ha cobrado por debajo para aportar a este proyecto. Rodamos de madrugada en pleno invierno sin carpa con calefacción. Todo bien hecho, pero era guerrillero. Quiero agradecérselo mucho. Le pido a la gente que se lo ponga. Son 40 minutos muy divertidos.

Dentro del disco, ¿cómo surgen las colaboraciones?

- Hay ‘colabos’ que me gustan porque son lujos que me doy. Desde el disco anterior me traigo a gente relevante en sonidos que no son el mío y los intento traer a lo mío y buscamos un punto medio. Me gusta joderte la cabeza, pero que estés cómodo. Lo hice con Duki en Santo Grial. Parece que el beat es trap, pero no es trap. Esa cosa de buscar el punto medio. Meter a Duki en un beat así como el de ahora y que él juegue conmigo a esas cosas es la bomba. Ese beat lo asocio al 97-98 y esos temas tenían siempre un estribillo de un solista o un grupo de RnB de chicas. Y pensé, a quién metía. En vez de ir a lo evidente, metí a Lua. Ella tiene un rollazo, tiene una llama super fuerte. Compartir esa energía pero sacándola de lo que puede esperar. Tú no sabes si la otra persona iba a querer. Ella me dijo Aaliyah era su artista favorita y que no se lo tenía que vender. Estamos ‘locked in’.

Yendo a una en concreto, Johnny Doc ha salido muy en forma…

- Que guay. Es un placer contar con él. Hablábamos antes de que tuviera sus situaciones legales. Se pausó por sus vacaciones forzadas, pero en cuanto ha podido, le mandé un billete, vino a ver a sus colegas también. Nos carteamos cuando estaba dentro. Le admiro como artista y también a nivel personal. Hay muchos amigos en común de antes. Mola poder ayudar a la peña cuando tiene una situación jodida. Es un artista que me flipa.

Duki también aparece en el disco y saliendo de su zona de confort. ¿Cómo es su relación con él? ¿Qué cosas crees que le puede aportar y que le aporta a usted?

- Duki me ha aportado una cantidad de magia que no puedo contabilizar. El cloud por puro amor que él me ha dado sin yo pedirle nunca nada. No pido nada, no lo pediría en la vida. Que él hable de mí, de mencionarme en entrevistas cuando no tiene que puto hacerlo, que no me debe nada. Lo que él sienta que me deba es personal suyo. Eso es de admirar. Habla de una persona que está en contacto con su fan interno y que además, tiene el ego bien situado. Cuando lo tienes bien situado, nunca está mal hablar bien de otra persona. No es una amenaza. Jamás llegaré a los niveles de éxito, popularidad y notoriedad que maneja el Duko, pero le hecho de que desde esa posición, con ese poder, haga tantos gestos conmigo y con tantos artistas… Él gira el espejo y hace que la luz le de a otros. Sé que si me hago un tema con Duki va a ser el que más plays tenga. No hay que se muy listo para darse cuenta. Pero no lo hago por eso. Lo hago porque me lo paso bien haciendo musica con él. Insisto, soy productor y el reto de darles cosas que no sea lo que la gente espera.

También está ahí su generosidad de aceptar esos retos, asume el riesgo de salirse…

- Sí. Nos juntamos a crear para su último disco, que él me incluyó y mil gracias, y no salió nada de lo que hicimos. Lo sabía. Pero de ahí salió este tema. El hecho de que él me llame y quiera que esté ahí es porque siente que puedo aportar algo. Igual le puedo dar un punto distinto. Para mí es mi hermano pequeño. Yo siento que le puedo decir “esa última frase…”. Yo no tengo que ir con cuidado. Le puedo decir “bro, cabrón… Esto no puede bajar el level”. No lo digo desde un punto altivo. Lo digo desde la confianza de empujar a alguien a estar al mejor nivel. Es la labor de un productor para mí.

Ese respeto se lo da Duki, pero usted cuenta con ese papel de respeto por parte del género…

- Lo que te puedo decir, es que cuando veo talento, voy a él o ella. De manera natural, no busco beneficio. Necesito decirle que mola y luego, hacer algo. Hay una cosa que mucha gente no piensa. Pero mi nepotismo es cultural. Yo soy hijo y nieto de músicos. Soy un nepo baby cultural. Sé cosas de la industria desde los 18 años, desde los 16 y hay gente que no las sabe con 36. A veces me he visto en la tesitura de decir “tengo que compartirlas”. No es que sepa mucho, que no soy un abogado especializado, pero hay cosas que sabes porque las has vivido. Siempre que he podido echar un cable a alguien con algo. A Lua la conocí porque una amiga en común me dijo que había una gente que le estaba haciendo un lío. Así la conocí. La conocí aquí, en La Esperanza. No me las doy de ser “El Padrino”. Pero les saco 10 años a la peña y es normal.

Dano: “Sé que si hago un tema con Duki va a ser el que más plays tenga, pero no lo hago por eso”
Dano posa para ASJAVIER GANDUL

Siguiendo con las colabos, tienes a Benny The Butcher y ya tenéis a todo Griselda entre Cruz Cafuné, Elio y usted. ¿Eso llegó a última hora?

- A ultimísima de la últimísima. Minuto 121 (risas). Es fruto del trabajo de Lex, de su visión y su ambición por conseguir lo que no ha conseguido nadie. No es por fardar, quiero dar crédito a Lex por esta jugada. No he hablado con Benny en mi vida. Si me lo encuentro le diré “¿te ha gustado nuestra canción?” (risas). Es muy loco. Habla mucho del hambre de Lex.

¿Temes una demanda por el Danilo de Nazaret, amigo de los ladrones?

- ¿Por qué? (risas)

Bueno, a veces en este país, las figuras religiosas mezcladas con cosas no religiosas generan ofensas. Personalmente, me parece una metáfora. No hay más.

- Bueno, pero… ¿qué tenía a su lado Jesús en la cruz? No estoy blasfemando. Hago referencia a una cosa que está en un libro escrita. Son metáforas de Madrid, de sus luces, de sus sombras. Pero esta ciudad es increíble. Hay gente que se ha tenido que buscar la vida y ha hecho de eso su profesión. Tiene su lado muy serio del que no hay que bromear ni hablar de más. Pero tiene otra parte que me parece cinematográfica. No quiero decir divertida. Aunque cuando prescriben ciertas cosas y puedes hablar de ellas, son divertidas también. Yo he sido más un observador. No voy a decir que he sido El Padrino ni Al Capone. Pero me he criado rodeado de gente… con habilidades diversas. Yo estaba en mi casa haciendo beats y haciendo rimas.

Es como el que hace una película de mafia…

- Ya está (risas).

Siempre mencionas en tus canciones a dos colectivos claves en tu carrera: Ziontifik y Mècen. ¿Qué importancia le das en esta corriente individualista a crecer en colectivo?

- Toda la importancia. No quiero que suene que es la única manera. Cada uno hace lo que puede. Nosotros tuvimos mucha suerte de conocernos y linkear en la locura y el frikismo. Éramos todos igual de enfermos, cada uno con su ‘microenfermedad’. Pero todos estábamos en sintonía con la frikada. Pero el dinero iba para música, ropa, vídeo… Todo era para nutrirnos de la cultura y aportar. En cuanto a Ziontifik no lo cambiaría por nada. No existiría como artista sin ellos. Sería una persona inquieta, que ya lo era, y haría bastantes cosas, porque ya lo era. Pero escribir de lo que escribo, ver las cosiccwin247.como las veo, darle importancia a las cosas que se las doy. Era imposible sin ellos. Sin toda la clicka.

¿Y en el caso de Mècen?

- Los que venimos de Ziontifik y Lex compartimos generación en Mecèn. El resto son 10 años menores. Lo que hablamos Lex y yo era buscar un punto diferencial en el RnB. El factor musical, de las melodías. El referente de Lex era Jermain Dupree. Que son casi la misma persona, busca una foto. Lex y yo crecimos con el RnB y no teníamos con quién compartirlo. Cuando nos conocimos no solo era el rap, lo que habíamos vivido, que los dos hacemos beats, que éramos ambiciosos… No, era el RnB. Era muy importante en nuestras vidas. Era ese germen. Como empresa es todo Lex. Yo aporté en lo creativo lo que pude. Jamás me podría quedar con nada de eso. Era cumplir ese sello donde encaja ese rap super duro, encaja rap contemporáneo, encaja RnB y todo se puede retroalimentar. Esa era la visión de Mècen.

Dano: “Sé que si hago un tema con Duki va a ser el que más plays tenga, pero no lo hago por eso”
Dano durante la entrevista con ASJAVIER GANDUL

Volviendo al disco, cuenta historias cercanas de Madrid Sur, Lavapies… Aunque se mueva entre estudios, músicos. No vivís en esa burbuja, pero ¿cómo se vive tan pegado a la calle?

- ‘We outside’. No estoy joseando como cuando era chaval. Ni haciendo cosas locas. Ni haciendo portes ni nada de eso. Pero estás en la calle y tu gente también. Si te estas tomando una cerveza en Tirso de Molina y nos damos una vuelta a la manzana vamos a ver cosas bastante reales. Si charlas con la gente cinco minutos te va a contar cosas bastante reales. Te puedes ir a casa con un par de pensamientos en tu cabeza. No hay que irse muy lejos. En la puerta de este mismo bar. Descubres las vidas de la gente. No quiero ir de nada, solo es preguntarle a la gente como está. Lo hago con respeto. Siempre cambios los nombres. Hay historias dignas de contar, pero hay que respetar la intimidad de la gente. En Madrid hay muchas historias, hermano.

Muchas emociones también que salen a través de esa música…

- Para mí hay como unas cinco. Me invento el número, la verdad. Ponte siete. Lo que cambia es el contexto. Las vidas no son iguales, pero las emociones son las mismas. No soy psicólogo, pero me entiendes, ¿no? Tenemos más en común de lo que nos diferencia.

Le leí un titular sobre que no descartaba morir en el escenario… Pero, ¿Qué le queda por hacer?

- Sí, como mi tío abuelo. Real. Se cayó, pom. Me gustaría hacer cine, narrativa visual. Llámalo como quieras. Me gustaría llevar a mi madre al cine y decirle “esto lo hice yo”. Tengo muchas ganas de hacer. Conlleva mucho trabajo y esfuerzo. Rodearte de gente que sabe lo que tú no sabes. Me gustaría contar una historia más larga que un videoclip.

Estando en AS, siendo argentino y viviendo en España, pregunta obligada. ¿Qué relación vive Dano con el fútbol hoy?

- Es una relación curiosa. No consumo fútbol a diario, pero como argentino, está intrínseco en mi ADN, supongo. Hasta cuando crees que no. De repente, pasa algo y la mano se te mueve sola (hace el típico gesto de grada de alentar en Argentina). Para ser la persona menos forofa del fútbol que vas a conocer en tu vida, he tenido momentos increíbles como ver al Diego jugar en La Bombonera o estar en la celebración del Mundial de Argentina en Buenos Aires. Había 4 millones de personas en la calle. Bueno, hasta firmé en El Obelisco. Igual no ha prescrito (risas). He vivido momentos guays relacionados con el fútbol. Me gustaría hacer un documental sobre eso. Siento que el fútbol es súper importante a nivel cultural. Mira, Buenos Aires está definida por el fútbol. Es que tiene que ver con todo. Hay una historia muy interesante detrás. Afecta a más vidas que solo al deporte. Puede unir hasta a generaciones. El fútbol hace que un pibe de la favela se parezca a uno vistiendo en Europa. O porque usan el ‘bucket hat’. Me parece muy interesante.

El fútbol como código… Lo usa en sus canciones.

- Como vehículo. Eso es. No soy futbolero, pero estoy en el mundo. Retengo cosas. Me acuerdo de su importancia. Yo no veo fútbol. Solo veo la Champions, las finales, lo importante, pero sin consumirlo me genera interés. No puedes negar esa relación social, esa relación cultural. Mejor que negarlo, hay que investigarlo. Porque el fútbol define la moda. Porque une y separa barrios. Seguro que hay pelis y libros, pero no hay.

La sociología del fútbol…

- Yo te hago un guion. De verdad. Hagámoslo.

Existe. Me ponían ejemplos en la universidad. En ningún otro sitio irían 15.000 personas a mojarse por ver algo…

- Claro. Si se hace, creo que sería algo que uniría mucha gente. Habla con quien tengas que hablar y me escribes (risas).

Hablando de Messi y Maradona, ¿notaste esa Maradonización de Messi en Qatar?

- Sí. Es lo que le faltaba. Los argentinos tenían esa especie de “¿por qué allí todo y aquí nada?”. Se ha dicho hace 20 años, Messi solo no gana. Pero es que en el Barça encajaba todo. Yo no soy experto y lo veía. Veías fluidez, naturalidad jugando. Sin ser experto, veías que esa gente estaba conectada. Esa peña era como ballet. Hasta que yo no he visto a Argentina jugar así ha pasado… ¿20 años? No es solo Messi, hacía falta piezas que fueran en sintonía. No han dudado de él, pero necesitaban esa confirmación. La Copa América fue la previa y luego vino el Mundial y…

Tenía a 20 y pico tipos a morir por él. Él también, pero todos morían por él…

- Fue una puta locura. Faltaba esa emoción. Yo a nivel humano no he vivido nada como eso. Yo llegaba a Buenos Aires el mismo día que la Selección y mi miedo era no poder salir del aeropuerto. Volaron seis horas más tarde y justo pude ir a casa de mi madre, dejar las cosas e irme al centro. No he vivido algo igual en la vida. Eso es lo que me parece interesante. Las abuelas estaban en la calle con las banderas. Esto no va de un balón. Es más profundo.

Para terminar, Dios se sigue riendo de los planes que hace el hombre

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- Todo el rato. Este iba a ser un disco en Nueva York y mira. Todo el rato. Pero hay que sacudirse como los perros y palante. Que le follen. Lo inteligente es acordarse que nunca nada va a salir como tú esperas.

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