Papúa Colón, la jungla urbana de Madrid que está de moda entre los famosos
Un restaurante exótico, sofisticado y vibrante que se ha convertido en el nuevo epicentro de la alta gastronomía con alma de espectáculo.
En el corazón de Madrid, justo donde late el lujo y la sofisticación de la Plaza de Colón, florece un concepto gastronómico que trasciende la comida: Papúa Colón, un restaurante que aúna alta cocina, escenografía tropical y un ambiente en el que es tan fácil encontrar a un futbolista de élite como a una estrella del pop o un político reconocido.
Desde su apertura, en 2020, el local (impulsado por los empresarios Noel Duque y Jorge Rivero) se ha consolidado como el hotspot de moda entre los rostros más mediáticos. Rafa Mora, Pablo Casado, Ana Mena o Almudena Cid son solo algunos de los nombres que figuran entre su clientela habitual. Pero ¿qué tiene Papúa que lo ha convertido en punto de encuentro del star system capitalino?
Una jungla en plena ciudad
Lo primero que impacta al cruzar sus puertas es el espacio: más de medio millar de metros cuadrados de pura fantasía tropical. Vegetación exuberante, neones coloniales, cerámicas, madera, iluminación teatral y una jirafa gigante que da la bienvenida crean una atmósfera onírica. Es como si todo aquí estuviese pensado para estimular los sentidos.
Cuenta con varios espacios diferenciados (zona de restaurante, barra de cócteles, salas privadas), lo que le permite reinventarse según la hora del día y el tipo de cliente: desde almuerzos ejecutivos hasta cenas de gala o copas hasta la madrugada.
Alta cocina con acento global
La cocina es tan sorprendente como su decoración. El enfoque es creativo y global, sin caer en la extravagancia. Aquí conviven técnicas de vanguardia con producto mediterráneo y guiños asiáticos y latinoamericanos. Entre sus platos estrella, destacan las croquetas de cecina semilíquidas con queso San Simón, y con velo de papada ibérica de bellota; los huevos rotos de gallina ecológica, con espuma de boletus y trufa, acompañados de papada de cerdo ibérico, o su célebre socarrat de gamba roja, entre otros. Además, los postres tampoco bajan el listón.
Y es que en Papúa todo está diseñado para provocar sensaciones: desde el sonido envolvente hasta los espectáculos improvisados. Es un espacio inmersivo donde no hay una sola visita igual a la anterior. La combinación entre cocina cuidada, estética impactante y un servicio atento pero informal ha dado como resultado un fenómeno que trasciende lo gastronómico: una experiencia social, casi teatral, imprescindible en la noche madrileña.
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