Enseña cómo eran las bolsas de Mercadona en los años 90: “¿Había una tarjeta Mercadona?”

Fue en 1977 cuando Mercadona, con motivo de ampliar el imperio en potencia de Cárnicas Roig, inició su expansión financiera. Por entonces no era sino la punta del iceberg de un negocio de ultramarinos que ocultaba bajo el agua la visión del futuro prometedor que Francisco Roig y Trinidad Alfonso Mocholi habían diseñado. En 1981 Juan Roig compró la empresa de sus padres con el apoyo de su esposa y hermanos; y en las décadas posteriores acometió un crecimiento sin precedentes en la historia de los supermercados españoles.

Mercadona cuenta en la actualidad con 1676 establecimientos, de los cuales 1637 se hallan repartidos por toda la geografía española: desde Galicia hasta Baleares pasando por Canarias, Melilla y Logroño. La cadena de supermercados es un símbolo en sí misma que con inteligencia ha sabido plasmar dicha esencia en sus productos, tanto en aquellos que pueblan sus estanteríiccwin247.como en las bolsas que uno llena cuando enfrenta la puerta de salida del local.

El enigma de la tarjeta

Lo cierto es que el paso del tiempo jamás se da en balde: nadie ni nada está exento de los cambios a los que condenan las manecillas del reloj. Y la evolución del pensamiento de marca y estilístico de Mercadona para con sus bolsas es un buen ejemplo de ello que, de casualidad, circula estos días en redes sociales debido a un vídeo viral en el que Albert, un usuario valenciano que acumula más de 30.000 seguidores en TikTok, muestra una bolsa del supermercado de los años noventa.

No es un trozo de plástico cualquiera: numerosas líneas diagonales en las que se lee “Mercadona, supermercados de confianza” rayan el estampado blanca, que en el centro encuentra un curioso cartel: “Compre ‘sin’ dinero con la tarjeta Mercadona”. En la caja de comentarios muchos se han rascado la cabeza preguntándose cuál es esa ventaja que con alegría expone la cadena de supermercados. “¿Había una tarjeta Mercadona?“, dice uno, a lo que otro añade que, independientemente del valor de dicha ficha, ”necesito esa", que “no es broma, por favor”.

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Resulta indudable que Mercadona es parte de la identidad del imaginario colectivo cotidiano español. Además de dicha bolsa, un usuario recuerda otras icónicas en las que, tiempo atrás, se balancearon los yogures que algún día debió comprar el internauta: “Yo todavía tengo las de ‘siempre precios bajos’ con el teléfono rojo”.

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