Le pregunta a su jefe sobre por una ensalada rancia en un restaurante y un inspector llama a la puerta al momento: “No está bien”
La Administración Danesa de Veterinaria y Alimentación recogió en un informe los mensajes entre un empleado y un directivo.
La Administración Danesa de Veterinaria y Alimentación es la encargada de valorar positiva o negativamente si un restaurante cuenta con el grado óptimo en el control de la higiene, y cada año realizan un total de 60.000 inspecciones que dan lugar a una valoración a través de ‘smileys’, que vienen a ser como emoticonos de un rostro feliz o descontento.
Algunos restaurantes han conseguido cambiar su valoración, pero hay otros que han dejado mucho que desear, como lo vivido en uno de los locales de KFC ubicados en Dinamarca.
Esta empresa acumula varias quejas por la acumulación de polvo, telarañas, y también por la presencia de moho. “El frigorífico donde se almacena el pollo parece estar sin limpiar, con restos de marinada o producto en las superficies y bandejas de almacenamiento”, señala un informe del local de Odense.
También hay opiniones destacables del local de KFC que se encuentra en Amager, y es que en el informe de inspección figuran hilos de mensajes entre empleados y directivos de la empresa, con algunos señalando incluso que la carne de pollo se descongela fuera del frigorífico en cajas en el suelo.
“Además, un empleado envía fotos de ensalada caducada en un mensaje y pregunta directamente a la dirección si hay que tirarla o volver a etiquetarla, a lo que la dirección responde que esperen al día siguiente para tirarla”, señalaron desde la propia agencia, que se personaron rápidamente para valorar negativamente al local.
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