No le contestan al dar las “buenas tardes” y desencadena un enorme debate: “Dan ganas de decirle de todo”
El vídeo de un reconocido tiktoker mexicano ha enfrentado a sus seguidores por la actitud que hay que tomar al ser saludado por la calle.
Quizá por el mismo efecto —llevado a la comunicación— por el que se dice que el aleteo de una mariposa puede ser la causa de un huracán en la otra punta del planeta, un vídeo de apenas ocho segundos es capaz de desatar un seísmo en redes sociales y, a través de la pantalla, viajar todavía más que cualquier furiosa ráfaga de aire. Prueba de ello es un vídeo difundido el pasado verano por el creador de contenido mexicano Braulio Rod, quien acumula seis millones de seguidores en TikTok, que en las últimas semanas ha vuelto a ser viral.
La publicación, de índole cómico y, probablemente, sin intención de generar ningún tipo de debate, consiste en lo que se entiende que es la representación de una escena cotidiana que, cuando ocurre, molesta a Rod. “Cuando voy por la calle y le digo buenas tardes a un señor y no me responde...”, deja por escrito, apareciendo él saludando a una persona feliz y, apenas dos segundos después, al ver que no es saludado, tuerce el gesto y le dedica una metralleta de susurros cargados de insultos.
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Podría decirse que no tiene más misterio, pero la caja de comentarios demostraría que no es cierto. Los usuarios se dividen entre los que condenan la actitud de aquellos que no devuelven el saludo y, por otro lado, los que defienden que no hay nada malo en no responder a alguien cuando camina por la calle.
“La probabilidad de que un señor te responda a un “buenas tardes” es un 0′0001%”, dice alguien pragmático, a lo que otro se identifica: “Soy igual. No salgo a estar hablando con nadie o saludando gente. Voy con mis audífonos muy rápido y a donde llego evito el contacto visual”. Ante estos mensajes, réplicas que achacan esa actitud a una falta de modales y empatía; a su vez, la respuesta a estas contestaciones hacen referencia a la libertad que cada uno tiene para caminar e interactuar por la calle con aquello que quiera.
En el otro lado del ring, representando el extremo contrario del abanico del dilema, los que se sienten profundamente decepcionados y cabreados al no recibir un saludo de vuelta. “Cuando les dices buenos días a alguien y te responde serio, seco y sin alegría... dan ganas de decirle de todo”, expresa uno. Este enfado es el que provoca el punch del otro bando: “Por esas razones y mucho más no saludo”. No hay una resolución clara, pero sí una discusión bien sembrada que ha cosechado dos millones de ‘me gustas’.
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