Un experto señala lo que jamás debes hacer en un restaurante cuando te sirven el vino
Ni darle vueltas, ni nada, oler es suficiente para saber si un vino está listo para servir
Cuando alguien va a cenar a un buen restaurante se le abre el apetito y es posible que se le antoje probar un buen vinito, ya sea blanco o rosado. Porque ya que va a dejarse el dinero, qué menos que hacerlo por placer y a gusto.
Una vez el camarero lo sirve, mucha gente se cree catadora de vino profesional. Comienzan a darle vueltas y a montar un espectáculo digno de una masterclass.
Cuando te sirven una copa de vino en un restaurante, no hace falta actuar como si fueras a dar una masterclass. 🍷🙄 Basta con olerlo. Si no huele a humedad, cartón o champiñón pasado… todo bien. No estás ahí para juzgarlo, estás ahí para disfrutarlo. La mayoría de veces, ese gesto solo es para comprobar que el vino no está dañado. Nada más. Si lo ha recomendado el camarero, ni eso: solo asegúrate de que está correcto y pa’lante. 👃 ¿Tú eres de olerlo rápido o te montas la película? Te leo.
Pero es mucho más sencillo. El creador de contenido ‘De vinos con Pablo Teipro’ ha publicado un vídeo en ‘TikTok’ en el que explica todo lo que hay que hacer y lo que no.
Únicamente hay que olerlo, sí, hacer ese simple gesto de meter la nariz en la copa, no tiene más vueltas de tuerca.
Ahora, eso sí, hay que prestar atención y preocuparse si huele a humedad, a cartón o a champiñón pasado, si el olor que desprende no es nada de eso, está todo bien, correcto y listo para tomar.
Tal y como dice este influencer gastronómico, el vino es para disfrutarlo, no para juzgarlo. La mayoría de veces, ese gesto solo es para comprobar que el vino no está dañado. Nada más. Menos aún si lo ha recomendado el camarero, pues solo hay que asegurarse que no tiene mal sabor.
Aunque el tal Teipro le da la razón al comentario de una seguidora que destaca que “Hay que probarlo que algunas veces en nariz está limpio y en boca no” u otro que recalcaba que “humedad, puede ser olor a sotobosque y puede ser correcto”.
El caso es siempre el mismo. Oler y saborear, de esa forma se comprobará si el vino escogido está en su punto.
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