Una española va a lavar el coche en Austria y lo que le pasa es un ‘tierra, trágame’ de manual
La influencer Laura Lau metió cincuenta euros en una máquina pensando que le daría cambio, pero, en su lugar, recibió otra cosa.
Dijo Miguel de Cervantes en el Quijote que quien lee mucho y anda mucho ve mucho y sabe mucho, frase que ha pasado a la posteridad como un refrán que recuerda la importancia de los viajes como fuente pura de conocimiento. De todas las experiencias que uno vive lejos de su hogar siempre extrae alguna lección, como probablemente le ha ocurrido a la creadora de contenido Laura Lau, una educadora infantil residente en Austria, cuando ha ido a lavar su coche.
La influencer ha contado su amarga experiencia con una sonrisa en su rostro y a través de su perfil de TikTok, donde acumula más de 3.000 seguidores. “Soy la más pringada del día. He venido a lavar mi coche nuevo. Solo tenía cincuenta euros, pensaba que era una máquina de cambio”, inicia su relato, atropellándose a sí misma con una estampida de palabras que buscaban señalar que, efectiva y evidentemente, aquella máquina parecía tener por misión dar cambio: “Estoy en Austria. Claro, eh, bueno, se supone, ¿no?”. Pues no.
Metí 50€ pensando que era una máquina de cambio y me devolvió fichas para lavar el coche… ¡Y no hay vuelta atrás! Ahora tengo tokens para montar mi propio túnel de lavado.
La joven española introdujo un billete de cincuenta y la máquina hizo lo que tenía que hacer: dar monedas canjeables para lavar el vehículo. “Y ahora mirad lo que tengo: cincuenta malditos euros en... ¡qué cojones! Ahora puedo limpiar el coche durante toda mi vida”, lamenta, preguntándose a sí misma que qué iba a hacer con eso ahora.
Bajo la publicación cuenta de manera menos emocional lo ocurrido. “Metí 50 euros pensando que era una máquina de cambio y me devolvió fichas para lavar el coche... ¡y no hay vuelta atrás! Ahora tengo tokens para montar mi propio túnel de lavado”, zanja, tomándose a risa y afrontando con humor semejante revés.
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En la caja de comentarios han aconsejado a la influencer ir a la gasolinera, pero la tal Laura ha respondido que no hay personal, que solo es una máquina. Entonces alguno se ha santiguado: “Menos mal que ya se retiraron los billetes de 500...”.
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