Kilmar Ábrego García denuncia tortura en la megaprisión de El Salvador
Kilmar Ábrego García, quien fue deportado por error a El Salvador y devuelto a Estados Unidos, denuncia tortura en la megaprisión del CECOT.


Kilmar Ábrego García, el hombre de Maryland que fue deportado por error a El Salvador y devuelto a Estados Unidos, denuncia haber sufrido tortura física y emocional en el Centro de Confinamiento del Terrorismo, mejor conocido como CECOT, donde estuvo preso durante casi un mes, antes de ser trasladado a otro centro de detención en santa Ana.
Según relatan los abogados de Ábrego en una demanda civil contra la administración Trump, su cliente fue sometido a “severos maltratos a su llegada, incluyendo, entre otros, palizas severas, privación severa del sueño, nutrición inadecuada y tortura psicológica”. En la denuncia, se menciona cómo Kilmar fue golpeado en la “cabeza y los brazos”, dejándolo con “moretones y bultos” en todo el cuerpo.
También se hace mención a un episodio en el que lo obligaron a arrodillarse toda la noche, junto con 20 prisioneros más, mientras los guardias golpeaban a quienes se caían. “Durante este tiempo, al demandante Ábrego García se le negó el acceso al baño y se ensució”, se lee en el escrito. Además, se describe cómo las literas no cuentan con colchones, las celdas están superpobladas y las luces permanecen encendidas durante las 24 horas del día, sin mencionar la mala alimentación de los prisioneros. El abuso fue tal que Ábrego perdió cerca de 14 kilos durante su estancia en el CECOT.
El caso de Kilmar Ábrego García
Kilmar Ábrego García, de 29 años, fue arrestado el 16 de marzo y enviado a la mega prisión del CECOT de El Salvador en abril debido a un “un error administrativo”.
“Ábrego García fue deportado de Estados Unidos a El Salvador. Esto fue un descuido y la deportación se llevó a cabo de buena fe, basándose en la existencia de una orden final de deportación y en su presunta pertenencia a la MS-13”, explicó en su momento el director interino de la oficina de campo del ICE, Robert Cerna.
Ábrego tenía una orden judicial que prohibía su deportación a El Salvador por temor a ser perseguido por una pandilla. Una vez que se reconoció el error, una jueza dictaminó que se debía repatriar al hombre, lo que fue refrendado por la Corte Suprema. Tras más de dos meses en El Salvador, la administración Trump aprobó su regreso.
No obstante, este fue completamente diferente a lo pensado, pues el hombre enfrenta cargos penales en Estados Unidos luego de que un gran jurado lo acusara de “tráfico de personas y conspiración para cometer tráfico de personas”.
La Casa Blanca responde
Las acusaciones de Ábrego fueron desestimadas por la Casa Blanca, a través de la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin:
“Una vez más, los medios de comunicación se desviven por defender a Kilmar Ábrego García”, aseguró McLaughlin. “La narrativa compasiva de los medios sobre este pandillero ilegal se ha desmoronado por completo, pero siguen difundiendo su historia triste. Escuchamos demasiado sobre las historias falsas de pandilleros y delincuentes, y no lo suficiente sobre sus víctimas”, agregó.
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