Andy Ruiz Jr: el regreso de ‘Destroyer’ y la última llamada en los pesos pesados
Andy Ruiz Jr vuelve a entrenar y busca un último viaje en los pesados tras años indisciplina
El boxeo muchas veces, más que un deporte, es una máquina de segundas oportunidades. Allí donde el tiempo y la disciplina suelen ser verdugos, también emergen las resurrecciones improbables. Andy Ruiz Jr lo sabe bien: en junio de 2019 pasó de ser un reemplazo de último minuto a convertirse en el primer campeón mundial de peso pesado de origen mexicano, derribando a Anthony Joshua en una noche que parecía un error de guion. Pero esa epopeya, escrita en el Madison Square Garden, pronto se convirtió en el inicio de su propio naufragio.
Después de la gloria llegó el desorden. En la revancha contra Joshua, apenas seis meses después, subió al ring con 15 libras de más y con la confianza vacía. Se había entregado a los banquetes del triunfo.
“Comí, bebí y celebré demasiado”, confesó con brutal franqueza por aquellas fechas. El hombre que había conquistado al mundo con manos veloces y un abdomen sin molde terminó derrotado por decisión unánime en Arabia Saudita. Allí también se rompió su vínculo con Manny Robles, el entrenador que había diseñado la estrategia de su consagración.
El probable regreso de Robles
Han pasado casi seis años desde aquella cima. En ese lapso, Ruiz intentó diferentes rutas: un paso fugaz por el gimnasio de Eddy Reynoso, donde compartió paredes con Canelo Álvarez, y una etapa con Alfredo Osuna que apenas sirvió para mantenerlo en el mapa. Hubo victorias discretas contra Chris Arreola y Luis Ortiz, largas pausas de inactividad y un polémico empate con Jarrell Miller en 2024 que terminó con una fractura de mano y un año completo fuera del ring.
Hoy, a punto de cumplir 36 años, algunas voces indican que Ruiz ha optado por volver al inicio de su círculo virtuoso con Manny Robles en su esquina.
“Está en una etapa de su carrera en la que es ahora o nunca”, declaró el entrenador a Ring Magazine. “Yo no quiero perder mi tiempo, y tampoco él. Tiene que volver al ring lo antes posible, sin excusas”.
Ruiz subió la noche del lunes un video en donde ya se le ve entrenando luego de meses de no hacerlo por una fractura de muñeca.
La reunión con Robles no es un gesto menor. Bajo su guía, Ruiz había hilado cuatro victorias sin derrota, incluida la que lo coronó en Nueva York. La relación se quebró por la indisciplina, pero generalmente la química boxística perdura.
El tiempo en contra
Los números son implacables: desde diciembre de 2019, Ruiz apenas ha peleado tres veces en seis años. Su récord sigue siendo atractivo (35-2-1, 22 KO), pero el brillo ha perdido voltaje. La división de los completos vive en constante efervescencia con nombres como Oleksandr Usyk, Moses Itauma y Deontay Wilder aún orbitando, y con nuevas amenazas jóvenes que reclaman su espacio
A ello se suma un reloj biológico que no perdona. Ruiz cumplirá 36 años en septiembre y, aunque no es una edad extrema para los pesados (George Foreman fue campeón a los 45, Bernard Hopkins brilló en los medianos hasta los 49), la disciplina no ha sido precisamente su mejor aliado. De ahí la sensación de ultimátum: lo que Ruiz haga en los próximos 12 meses definirá si su historia termina como un capítulo de redención o como su último día de pago.
El eco del Madison
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En el boxeo, la memoria es selectiva. A Ruiz siempre se le recordará por aquella noche en la que convirtió al Madison Square Garden en un ring de milagros. Pero su legado aún puede expandirse: ¿será recordado como el campeón accidental que dilapidó su talento o como el hombre que, tras perderlo todo, supo recomponer su camino?
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