Polémica con Topuria: ¿Por qué golpeó a un rival KO?
Los llamados ‘golpes de seguimiento’ o ‘de continuación’ son una práctica habitual y necesaria de las MMA. El caso de Ilia ante Oliveira es totalmente legal y más seguro que otras vías de finalización de algunos deportes de contacto.


En los días posteriores a la victoria de Ilia Topuria en el UFC 317 ha surgido una polémica. Esta se ha difundido y alimentado sobre todo en sectores de público que desconoce la reglamentación de las MMA. Mucha gente que no sigue regularmente este deporte se ha mostrado indignada a causa de los golpes de martillo que aplicó el hispanogeorgiano a su rival, con ánimo de forzar la parada del combate por parte del árbitro. Influencers, políticos e incluso periodistas han tachado la acción de Topuria de deshonrosa y sucia, algo que dista mucho de la verdadera realidad.
Según la ética y reglamentación de las MMA, Ilia Topuria se limitó a hacer su trabajo y no se le puede recriminar nada en ningún aspecto. Si bien, como anuncia el árbitro antes de cada pelea, la responsabilidad de protegerse en todo momento es del propio peleador, en el poder del colegiado recae la decisión de detener la pelea cuando hay omisión de defensa o de acción, como ocurrió en esta ocasión.
Topuria, una vez consigue el knockdown, tiene la responsabilidad de seguir golpeando hasta que el árbitro le ordena detenerse. De otra manera, su rival podría haberse repuesto y como se ha visto en otras ocasiones, acabar ganando la pelea. En este deporte no existe el conteo o los puntos fuera de decisión, por lo tanto, la detención del combate es la única forma de terminar antes de la hora.
Existen varias formas de que un combate se de por finalizado: omisión de defensa, una acción ilegal, el grito de dolor de uno de los peleadores, que uno de los dos de la espalda a su contrincante o una parada médica que haga imposible seguir con un combate dentro de los parámetros de seguridad. De entre todas ellas, la parada que le dio la victoria a Topuria es la más habitual y absolutamente aceptada por los peleadores, sean ganadores o perdedores.
Además, cabe recalcar que las MMA son un deporte de contacto, lesivo y de riesgo. Pese a que una de las grandes preocupaciones de las principales promotoras es la salud y seguridad con la que cuentan sus peleadores dentro de la jaula, es habitual que los atletas reciban daño y todos ellos saben a lo que se exponen. Entienden que la misión de su rival es dejarles fuera de combate de la forma en la que sea necesaria y en la mayoría de casos, incluido Oliveira, aceptan de forma decorosa la derrota y comprenden que golpes como los criticados por parte del público en esta ocasión, son parte del juego.
Los ‘golpes de seguimiento’ son más seguros
Para mucha gente, esta forma de concluir un combate puede parecer cruel y desalmada. Sin embargo, es una opción relativamente segura y menos dañina que muchas otras. Estos golpes en el suelo hacen que la pelea se detenga al instante y se evite un daño mayor sobre el peleador. El conteo y medidas similares son mucho más mortales y dañinas a largo plazo, puesto que si el peleador se recupera, los golpes de poder continúan y se expone al castigo durante más tiempo.

Además, ha quedado demostrado que los golpes de martillo, impactando con el exterior de la mano, son mucho menos traumáticos que los codazos, los puñetazos frontales y demás golpes legales. Lo cierto es que, en el caso de Topuria, como ocurre en la mayoría de veces, el peleador eligió la forma menos violenta de golpear, simplemente esperando la intervención del árbitro, puesto que esa es su misión y no la de juzgar si su oponente está o no, en condiciones de continuar.
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